El amor todo lo cura. Los sanitarios del Baptist Health Corbin, un hospital del estado de Kentucky (EE.UU.), optaron por ir contra las regulaciones de seguridad sanitaria para ponerlo en práctica. Grabaron el proceso en un video.
James Wathen, de 73 años de edad, permanece ingresado en este hospital de la ciudad de Corbin desde mediados de septiembre. Según el portal de noticias ‘today.com‘, se encontraba muy débil, casi no podía comer y hablar. En un momento, confesó a su asistente social que su último deseo era volver a ver su perro, ‘Bubba’, un chihuahua con un solo ojo, quien fue llevado a un refugio local de mascotas tras la hospitalización de su amo.
Las regulaciones del hospital prohíben animales en el recinto, pero un grupo de enfermeras decidió ir saltarse las normas y juntarlos a ambos en su habitación. “Superamos todos los obstáculos y encontramos al perro”, confesó Kimberly Probus, la jefa de enfermería en el hospital, a la cadena local WYKT.
Según comentó al portal la empleada del refugio donde se encontraba ‘Bubba’, Mary-Ann Smyth, el animal también se encontraba en un estado pésimo durante todo ese tiempo. “El perro no sabía dónde estaba James y James no sabía dónde estaba su mascota. Crea lo o no, los dos dejaron de comer aproximadamente el mismo tiempo”, contó Smyth.
El pasado 11 de octubre los dos se reunieron. El emotivo video de su reencuentro, grabado por los empleados del refugio, se hizo viral en la Red.
Para la próxima visita, del 14 de octubre, tanto el perro como su amo mostraron un “cambio completo” en su estado de salud, según Smyth. “James come, puede sentarse y hablar. No parece el mismo hombre. El perro también come y se siente mucho mejor”, concluyó, demostrando efectivamente que el amor todo lo puede y todo lo cura.
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