lunes, 3 de noviembre de 2014

Todos dicen: “fue el Estado”

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La enorme consigna estampada en las baldosas de la plaza del Zócalo de la capital mexicana (“Fue el Estado”) resume la percepción del pueblo mexicano, que reclama la aparición con vida de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa. Acusado, ese Estado ya no sabe qué hacer para echar lastre y calmar los ánimos: el presidente Peña Nieto recibía por primera vez a los familiares de los desaparecidos; la Procuraduría de la República se vio obligada a acusar definitivamente al alcalde fugado de Iguala y a su esposa; hay más de 50 detenidos; se detuvieron también algunos jefes de cárteles, y finalmente el gobernador Angel Aguirre debió pedir licencia. Su sucesor, el gobernador interino Rogelio Ortega, recibió la instrucción presidencial de “restablecer el orden”, en referencia evidente al cuadro de insurgencia que se vive en el estado de Guerrero.
Protestas
La movilización popular parece incontenible. Más de 50 mil personas marcharon en el Distrito Federal, y durante la jornada se replicaron protestas de miles por todo el país. Para ese momento, en Guerrero ya había 22 intendencias ocupadas por manifestantes, incluyendo la de Acapulco. Los manifestantes han prometido ocupar los más de 80 municipios del estado. Estudiantes y docentes de más de 30 universidades públicas y privadas realizaron un paro y movilización. Las protestas ya han logrado un alcance internacional, con concentraciones frente a las embajadas mexicanas en 20 ciudades de América y Europa, incluyendo a Buenos Aires. En su propia búsqueda de los estudiantes, las organizaciones nucleadas en la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (Upoeg) afirman haber encontrado más de 30 fosas clandestinas en el estado. Hay miles de desaparecidos en México. La desconfianza se cierne ahora también sobre la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la que mientras triplica su presupuesto encubre las desapariciones y violaciones de los derechos humanos. Su titular es elegido en el Senado a partir de una rosca de los partidos que integran el Pacto por México (PRI-PAN-PRD). “La CNDH no está con las víctimas, el acceso al expediente siempre es farragoso”, denuncia la directora de una organización que defiende los derechos de la mujer.
Irrecuperable
El régimen discute su regeneración, pero está podrido hasta la médula. El caso más notable es lo que ocurre con la centroizquierda: la dirección del PRD intentó sostener hasta último momento a su gobernador Angel Aguirre. El alcalde de Iguala, también del PRD y uno de los responsables de las desapariciones, tenía conexiones con López Obrador. El ex senador Lázaro Mazón, un operador político del referente centroizquierdista que rompió con el PRD, “tenía profundos vínculos de amistad con el fugado y había intercedido por él en importantes negocios. La pregunta es cómo fue posible que López Obrador diera su confianza a un político tan vinculado al alcalde de Iguala”, se pregunta El País (25/10). Un analista asegura que el comportamiento del centroizquierda ante la desaparición de los normalistas “ha sido una especie de suicidio colectivo” (ídem).
¡Aparición con vida de los estudiantes desaparecidos!
Cronología de hechos
El 26 de septiembre el alcalde José Luis Abarca ordenó a la policía municipal de Cocula (municipio de Guerrero) los detuvieran porque “iban a  boicotear el informe de gobierno de su esposa, María de los Ángeles Pineda”. En este  hecho murieron seis personas, entre ellas cinco normalistas, 25 resultaron heridos y 43 más desaparecieron.
Hasta el 30 de septiembre detuvieron a los 22 policías que participaron en el asesinato de las seis personas en Iguala. Fueron trasladados al Centro de Reinserción Social (Cereso) de Las Cruces, en Acapulco.
Ante estás acciones el alcalde de Iguala, José Luis Abarca, pidió “licencia a su cargo” por 30 días para “facilitar las investigaciones que involucran a la Policía Municipal”, está solicitud fue aprobada por unanimidad en sesión de cabildo. Hasta ahora, el funcionario local y su esposa están prófugos.
La marcha conmemorativa del 2 de Octubre en el DF, este año apoyó la consigna de “Vivos se los llevaron, vivos los queremos” y se adopto la bandera de: “Todos somos Ayotzinapan”.  La marcha llenó el Zócalo de la Ciudad de México de indignados. Ante esto la procuraduría de Guerrero confirmó el hallazgo de seis fosas clandestinas en las zonas de Pueblo Viejo y Loma de Coyote, en Iguala (a unos 30 minutos de donde ocurrió el ataque ja los normalistas); posteriormente se dio a conocer que había 28 cuerpos en ellas, pero no confirmaron ninguno de los normalistas.
No fue hasta el 5 de octubre que el procurador de Guerrero informó que a partir de la declaración de dos detenidos, presuntos integrantes de Guerreros Unidos (Grupo de narcotraficantes en Guerrero) dijeron que policías de Iguala había entregado a 17 normalistas al grupo delictivo, y estos habían sido asesinados en una zona cercana adonde localizaron las fosas.
Tras está declaración el Consejo Político Nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) determinó por unanimidad expulsar  de sus filas a José Luis Abarca, alcalde de Iguala, ahora prófugo.
El 7 de octubre, Normalistas de Ayotzinapa protestaron al interior de la Procuraduría General de Justicia del Estado, en Chilpancingo, capital de Guerrero. Al interior, tapizaron paredes con los retratos de sus compañeros  desaparecidos.
Tras está acción de movilización, el 8 de octubre se realizó la Primera Jornada de Acción Nacional e Internacional por Ayotzinapa. “¡Ya no podemos permitir ni un muerto más!” y miles de personas marcharon en México y el mundo por los normalistas desaparecidos.
Tras la presión social Murillo Karam, da un informe de solo cifras el 10 de octubre: 34 personas detenidas (26 policías de Iguala, cuatro miembros del grupo delincuencial Guerreros Unidos y nueve fosas clandestinas localizadas en el municipio guerrerense). Con referencia a José Luis Abarca, su esposa y el Secretario de Seguridad Pública Municipal, Felipe Flores, dijo: “Se siguen buscando”.
Al escuchar el informe y no obtener respuesta con referencia a la ubicación de los desaparecidos. Normalistas de Ayotzinapa incendian varias oficinas que se encontraban en el interior del Palacio de Gobierno de Guerrero, así como las instalaciones del Ayuntamiento de Chilpancingo,
Colectivos de la Universidad Autónoma de México (UNAM) aparecen a la escena el 13 de octubre y convocan a un paro de 48 horas para demandar la aparición con vida de los 43.
El 14 de octubre, Murillo Karam confirma que los 28 cuerpos hallados en las primeras fosas de Iguala no son de normalistas. Está declaración no contesta la pregunta: ¿Dónde están los normalistas? Y sin embargo aumenta una pregunta más… ¿De quiénes son esos cuerpos hallados?…
Sin respuesta a las dudas, crece la movilización estudiantil. Las principales universidades públicas del DF amanecen el 15 de Octubre en paro de labores de 48 horas aprobado por las asambleas estudiantiles de 30 escuelas y facultades de la UNAM, la Universidad Autónoma Metropolitana, la Universidad Pedagógica Nacional y la Universidad Autónoma de Chapingo en “solidaridad” con los estudiantes de Ayotzinapa. La respuesta de Peña Nieto a este paro fue un comunicado que decía: “Localizarlos es la prioridad para el Estado”.
Sidronio Casarrubias Salgado, señalado como líder de la organización Guerreros Unidos, es arrestado el 17 de octubre  junto con uno de sus operadores más cercanos. Murillo Karam continua actualizando cifras:  detenidos 36 policías de Iguala y Colula, y 17 integrantes del crimen organizado y hallazgo de tres fosas clandestinas más en Iguala.
22 de octubre, se unen a paro nacional universidades de todo el país, Facultades de las principales Universidades públicas y privadas de México, hacen paro, exigiendo renuncia de Ángel Aguirre, Enrique Peña Nieto y la parición de los 43.
El 23 de octubre el gobernador Ángel Aguirre decide renunciar con “dignidad” y solicita “licencia a su cargo”. El Congreso de Guerrero la aprueba…
Los Estudiantes mexicanos despiertan
Con la consigna “Todos somos Ayotzinapan”, México vive el movimiento estudiantil más importante después del 2 de octubre de 1968. Los 31 estados y el D.F realizaron el pasado 22 de octubre el paro estudiantil más grande en la historia.
Durante 48 horas, 70 universidades del país, 64 ciudades en México y el mundo se solidarizaron con los normalistas y pusieron en crisis al Gobierno Federal y obligaron a Ángel Aguirre a “pedir licencia”.
El 23 de octubre se convocó a marcha nacional. 350 mil personas participaron en la marcha que fue del Ángel de la Independencia al Zócalo capitalino, en el D.F, mientras que en las otras ciudades, miles de jóvenes salían a las calles, haciendo público su  repudio en contra del gobierno de Guerrero y tomaban sus universidades.
La marcha del D.F fue encabezada por los familiares de los desaparecidos quienes durante el mitín declararon: “Con balas, así le pagan a estudiantes de familias campesinas, mientras los gobiernos se echan la responsabilidad”, “¡Ya no podemos permitir ni un muerto más, ni un normalista muerto más!.
Ahora estudiantes de 80 escuelas de México, que conforman la reciente “Asamblea Interuniversitaria”, convocan a la Tercera Jornada de Acción Nacional e Internacional y llaman a unirse al paro y movilización a nivel nacional el próximo 5 de noviembre para exigir la aparición con vida de los 43.
Aguirre, “el progresista de izquierda”
La salida de Ángel Aguirre ocurre a casi un mes del asesinato de seis personas y la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” conocida como Normal de Ayotzinapa.
Aguirre, siempre fue un político que se manejo con bandera de “izquierda ” pues su Partido de la Revolución Democrática (PRD) así lo vendió desde que fue interino. .
Ahora es cómplice de la desaparición de los 43 normalistas.
¿Qué viene para “la izquierda” mexicana? ¿Cuál va ser la postura del PRD a nivel nacional? Ya que hasta ahora solo se han dicho “indignados”, y la pregunta del millón ¿cuál será la cara de los partidos políticos en general ahora que están alistando campañas políticas para el 2015 en diferentes entidades.
La realidad es que México vive una GUERRA CONTRA EL PUEBLO en donde el PAN (Partido Acción Nacional) con su guerra contra el narcotráfico durante el sexenio de Calderón dejó 70 mil muertos y más de 20 mil desaparecidos. El PRI con Peña Nieto ha sido represor con quienes lo critican y se oponen a su gobierno,   dejando a integrantes del #YoSoy132 desaparecidos, en la cárcel o heridos, además de lanzar una serie de reformas para censurar y limitar el acceso de la población a las decisiones políticas; una de ellas: La regulación de reuniones y manifestaciones en lugares públicos. Y que decir del PRD en donde atropellos a Derechos Humanos como la desaparición de los 43 y la aprehensión de los #YoSoy132 se llevaron en Estados gobernados por ellos.
México es un país que se desangra y que está “Hasta la Madre de Violencia”, Oficialmente México es un país sin guerra, pero paradójicamente es el más peligroso para vivir. En el mundo entero resuena la indignación y es por eso que la resistencia se empieza a organizar.
PO/mas

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