domingo, 1 de marzo de 2015

Silencio en EEUU ante la evidencia de que sus agentes porten armas en México

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EEUU, y más concretamente los responsables de la lucha contra el narcotráfico, podrían estar cerca de lograr un objetivo largo tiempo acariciado: que sus agentes porten armas de fuego en territorio mexicano, siempre que se cumplan una serie de condiciones.
La idea es incrementar la seguridad y potenciar la colaboración contra la delincuencia organizada y el tráfico de estupefacientes entre ambos países.
Sin embargo, el anuncio del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, muy celebrado por su secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade Kuribreña, ha pasado extrañamente desapercibido en EEUU.
Un silencio llamativo, y no sólo porque se trate de una vieja aspiración estadounidense: en teoría la medida será recíproca, es decir, los agentes de México también podrán, previa autorización y en circunstancias muy determinadas, portar armas en territorio de EEUU.
Todo esto en un clima de honda división bipartidista en Washington y con la prometida reforma migratoria paralizada.
Entretanto, lo que sí cuestionan diversos medios de EEUU son los métodos y actuaciones de la todopoderosa Border Patrol, la Patrulla de Fronteras estadounidense que, de cumplirse lo anunciado por Peña Nieto, podría portar sus armas en México.
Así, el periódico Los Angeles Times ha informado esta semana que desde 2010 al menos 24 personas han muerto por disparos de los agentes estadounidenses.
En “10 casos se trataba de personas que arrojaron piedras” a los agentes estadounidenses y “ocho se encontraban al otro lado de la frontera” cuando fueron abatidas.
Según el diario de California, todavía no se ha resuelto “ninguno de los expedientes” en los que agentes de fronteras supuestamente se habrían extralimitado.
Tampoco ha sido “sancionado un solo agente”. Todavía peor: el comité encargado de revisar el sistema “no ha hecho ninguna recomendación” y la cúpula de asuntos internos mantiene sin cubrir la vacante de sus dos directivos de más alto rango.
No sería la primera vez que policías estadounidenses actúan en territorio mexicano. Al menos a tenor de lo publicado en noviembre de 2014 por el periódico Wall Street Journal, cuando informó de que agentes dependientes del Departamento de Estado habrían participado en México, disfrazados como soldados del país vecino, en acciones contra el narcotráfico.
Según el rotativo, en aquellas actividades también habrían estado presentes miembros del FBI y la DEA en calidad de observadores.

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