Como ha sido ampliamente documentado, tras la Segunda Guerra Mundial, la CIA tomó el control del movimiento internacional racista y fascista (es decir, ideológicamente nazi), protegiendo y contratando a los nazis de Hitler y a sus principales partidarios aristocráticos encubiertos del este de Europa.La célebre y bien documentada Operación Gladio de la CIA fue sólo una rama de una estrategia más amplia de la CIA, desarrollada por Allen Dulles y originalmente llevada a cabo por su protegido James Angleton, con el objetivo de proteger los intereses de la aristocracia de EEUU.Para ello instrumentalizaron el odio de los grupos nazis y ultraderechistas, desviándolo de sus objetivos anti-judios y orientando ese odio hacia los rusos, con el fin de debilitar primero la Unión Soviética, y a la propia Rusia, tras la caída del muro. La propia intervención del presidente estadounidense Barack Obama en Ucrania es, en gran medida, resultado de este programa iniciado por Dulles y Angleton tras la Segunda Guerra Mundial.Había muchas otras ramas de esta estrategia global.Una de esas ramas se vehiculó a través del Banco Mundial y el FMI, instituciones financieras que operan en estrecha colaboración con la CIA, con el objetivo de introducir el capitalismo en los ex estados soviéticos, privatizando los activos que anteriormente eran propiedad de los gobiernos y poniéndolos en manos de los aristócratas occidentales.Para ello promovieron la aparición de una nueva casta de oligarcas que se apoderaron de estos recursos y que actuaban como agentes secretos de la aristocracia de Estados Unidos, que de este modo conseguía ampliar su control sobre esos países del este.Esta operación fue dirigida por Lawrence Summers, quien, en ese momento, había dejado el departamento de economía de la Universidad de Harvard para dirigir el Banco Mundial y así infiltrarse en estas nuevas economías “capitalistas” del este (en realidad, régimenes oligárquicos).Asesores económicos tales como Andrei Shleifer y su operativo local ruso Anatoly Chubais, ayudaron a establecer las bases para estos regímenes corruptos, con el doble objetivo de subordinar a estos nuevos aristócratas de los países del Este para que sirvieran a los intereses de los aristócratas de EEUU y para debilitar a estos países con el fin de convertirlos en vasallos efectivos de la aristocracia estadounidense.Un artículo publicado en “bneintellinews” el 14 de abril de 2015, por Graham Stak, titulado “Auge y caída de la oligarquía rusa”, reveló que:“Los documentos de la administración del presidente Bill Clinton recientemente desclasificados, muestran cómo la candidatura de Putin para liderar Rusia, fue un compromiso alcanzado tras una feroz batalla por el poder en Rusia oligarcas pro-estadounidenses, encabezados por Boris Berezovsky, y conservadores pro-estatales, encabezados por el ex jefe del KGB, Evgenny Primakov.Lo que estaba en juego no era sólo el poder en Rusia, sino la cuestión crucial de la relación entre Rusia y Occidente.Los 7 banqueros de Berezovsky, (el mismo Berezovsky, Vladimir Gusinsky, Mikhail Fridman, Vladimir Vinogradov, Aleksandr Smolensky, Mijail Jodorkovski, Vladimir Potanin), poseían no sólo los bancos, sino también las principales cadenas de televisión de Rusia, entre las que destacaba la propia cadena de Berezovsky, ORT-TV, la mayor de Rusia.Berezovsky también estuvo involucrado en tramas de corrupción, como desviar fondos de la aerolínea nacional de propiedad estatal Aeroflot, así como beneficiarse de privatizaciones sesgadas y ese es, precisamente, el tipo de persona que la aristocracia de América quería que controlara Rusia, actuando como agente al servicio de sus intereses.El líder ruso, Boris Yeltsin se debatía entre las dos partes, y nombró como su sucesor a un ex agente de la KGB de nivel inferior, Vladimir Putin, en una medida sorpresiva con la que Yeltsin intentó satisfacer a ambas partes, tanto a la facción independiente rusa controlada por Primakov, como a la facción pro-occidental vasalla de la aristocracia norteamericana.Los miembros de esta facción pro-occidental, eran los clientes-beneficiarios del equipo del Departamento de Economía de Harvard, nombrado por Bill Clinton y cuyo objetivo era obtener el control de Rusia para someterla a los intereses de los aristócratas de los Estados Unidos.Otro aspecto de la operación de Bill Clinton al servicio de la aristocracia estadounidense, fue la expansión de la OTAN hacia el este, acercándose a las fronteras de Rusia con la excusa de la expansión de la “democracia” y de “los valores Occidentales”.Palabras todas ellas de vacías de contenido, pues el auténtico objetivo era someter a Rusia al vasallaje de la aristocracia de los Estados Unidos, que en realidad es fascista, como lo son todas las aristocracias y que no tiene nada que ver con la “defensa de los valores democráticos”.Cabe destacar que Bill Clinton inició el proceso de ampliación de la OTAN tras la disolución en 1991 del Pacto de Varsovia, el rival soviético y comunista de la OTAN y que supuestamente era la razón principal de la existencia de la propia OTAN.La continuación de las actividades de la OTAN tras la caída del comunismo, demuestran que el Pacto de Varsovia o el propio comunismo, no eran la verdadera razón de la existencia de la OTAN.En realidad, la función principal de la OTAN es ejercer de rama comercial para los intereses de la industria armamentística de EEUU, que acapara el 56% de las ventas globales de armamento.Reino Unido sólo representa el 11%. Rusia, el 8%. Francia, el 6%. Todos los demás países están por debajo del 2%.La OTAN es una organización comercial de la aristocracia americana.Cuando se desata el miedo y el odio hacia Rusia, no se hace solo con el fin no sólo de debilitar a Rusia, sino también con el objetivo de aumentar el control de la aristocracia estadounidense sobre otras aristocracias cuyos gobiernos adquieren esas armas.Bill Clinton no sólo siguió con los planes de su predecesor, George HW Bush, expandiendo las actividades de la OTAN, sino que también terminó con la Ley Glass Steagall implementada por el presidente demócrata Franklin Delano Roosevelt tras la crisis de 1929 y cuyo objetivo era bloquear las continuas apuestas y juegos financieros de los grandes bancos, cuyos errores terminaban generando enormes pérdidas y deudas que debían acabar pagando los contribuyentes, como se ha visto en la crisis de 2008.Clinton también introdujo la carrera internacional en la rebaja de salarios y en las protecciones de los consumidores y del medio ambiente, a través de los acuerdos impulsados por la aristocracia de EEUU, como fueron el TLC, o el NAFTA, entre otros.Esta política está siendo ahora intensificada en gran medida por Obama a través de las negociaciones de los acuerdos TPP (Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación), TTIP (Asociación Transatláncia para el Comercio y la Inversión) y TISA (Acuerdo para el Comercio de Servicios).Ver artículo: 10 RAZONES POR LAS QUE DEBE PREOCUPARTE EL TTIPEn las versiones propuestas por Obama para estos tratados, las corporaciones transnacionales tienen prioridad sobre las leyes de las naciones individuales con respecto al medio ambiente, la protección al consumidor, la seguridad de los productos, la protección de inversores, l aseguridad en el trabajo, los salarios, etc., lo que implica que los electores ya no tendrán ni voz ni voto sobre estos asuntos y que serán las corporaciones internacionales las que controlarán a los gobiernos a su voluntad.Obama ha obtenido un apoyo virtual del 100% en el Congreso para estos acuerdos comerciales por parte de sus opositores Republicanos.La aristocracia estadounidense ha controlado el Partido Republicano desde que Abraham Lincoln recibió un disparo en 1865, y tras más de un siglo, esa misma aristocracia ahora también controla directamente y sin tapujos, las altas esferas del Partido Demócrata.Ambos partidos políticos están ahora al servicio pleno de la aristocracia norteamericana, actuando no sólo contra el interés de la poblaciónd entro de Estados Unidos, sino también contra todos las demás aristocracias, con el objetivo de controlar el mundo entero.Los resultados de ello han sido un aumento en la desigualdad a nivel mundial, una corrupción rampante mundial y una sucesión de guerras locales en las que la aristocracia de Estados Unidos y sus socios de la familia Saud de Arabia Saudita y otros aristócratas sunitas del petróleo, financian y patrocinan acciones para apoyar su plan global de dominio.Nos dicen que luchan contra el terrorismo, cuando en realidad, EEUU tiene como objetivo doblegar a Rusia y cuando sus socios árabes son los auténticos financieros de la yihad islámica, que es la ideología del wahabismo, verdadero compromiso ideológico de los Saud.En un parlamento ante los cadetes de West Point el 28 de mayo de 2014, Obama dejó claro entre líneas, cuál es su auténtico cometido…“Estados Unidos es y sigue siendo la nación única e indispensable. Eso ha sido así durante el siglo pasado y será válido para el siglo venidero.Pero el mundo está cambiando de forma acelerada. Esto representa una oportunidad, pero también nuevos peligros.Sabemos muy bien, tras los atentados del 9/11, que la tecnología y la globalización están poniendo el poder que en su tiempo estaba reservado a los estados, en manos de los individuos, aumento con ello la capacidad de los terroristas para hacer daño.La agresión de Rusia hacia los antiguos estados soviéticos amenaza Europa, mientras que el ascenso económico de China y su alcance militar preocupa a sus vecinos.De Brasil a la India, el ascenso de las clases medias compite con nosotros, y los gobiernos buscan una mayor participación en los foros mundiales.Y así como el tercer mundo adopta la democracia y las economías de mercado, es imposible ignorar la persistencia de los conflictos sectarios, de los Estados fallidos y de los levantamientos populares.Será tarea de vuestra generación responder a este nuevo mundo”Si atendemos al contenido de este discurso, queda claro que la auténtica misión de los militares de Estados Unidos, es de naturaleza económica. Pero realizada a través de la vía militar.Estas palabras de Obama ante los cadetes de West Point, ponen de relieve que el dominio de la aristocracia americana sobre el mundo terminaría sin el respaldo y la coerción del ejército de los Estados Unidos.En este parlamento, Obama les dijo a los militares de EEUU que, cuando Rusia, China, los otros países BRICS o sus aliados chiítas de Rusia Irán y Siria, se nieguen a obedecer a la aristocracia de EEUU, ellos serán enviados para aplastar su resistencia, con el fin de obligarlos a cumplir con las demandas de la aristocracia norteamericana.De todas formas, el engaño es la primera preferencia de la aristocracia, pues es una alternativa más barata en comparación con el uso de balas y armamento.Así, por ejemplo, el sábado 18 de abril, el Sydney Morning Herald, de Australia, titulaba que “Barack Obama juega la carta de China en sus argumentos para vender las bondades del TPP”.El artículo afirma que Barack Obama advierte de las intenciones de China de llenar cualquier vacío dejado por un posible fallo en los acuerdos sobre la Asociación Trans-Pacífico falla. Obama juega pues, la carta táctica del miedo a China, para conseguir apoyos para implementar el TPP.Su mensaje implícito es que el enemigo de la población no es la aristocracia de su propia nación, sino un malvado enemigo extranjero: China.En palabras de Obama: “Si no ayudamos a dar forma a las reglas para que nuestras empresas y nuestros trabajadores puedan competir en esos mercados, entonces China va a establecer las reglas y obtendrá ventajas para los trabajadores y las empresas chinas”Como vemos, parte de su mensaje implícito es que los países con bajos salarios deben seguir manteniendo los salarios bajos.Al inicio de su administración ya mostró claramente sus objetivos al respecto y lo hizo en Honduras, un país sometido a una miseria absoluta, en el que ayudó a derrocar a un presidente democrático progresista y instaló en su lugar un régimen fascista. Como consecuencia de la acción de Obama (que fue encabezada por Hillary Clinton), Honduras cayó aún más en la miseria.En el asunto de China, al igual que en el asunto de Rusia, y al igual que en la materia de los acuerdos internacionales de comercio, Barack Obama puede confiar en los republicanos del Congreso para que voten a su favor, pero la mayoría de los demócratas del Congreso votarán en contra suya, porque Obama, en realidad es un agente republicano, que utiliza expresiones propias de una línea liberal, pero que solo lo hace en cuestiones étnicas y de género, elementos superficiales y anecdóticos que no afectan a las profundas políticas económicas y de poder, pero que por lo visto, son los únicos temas que le importan a muchos electores del Partido Demócrata.Son temas y asuntos que a la aristocracia de EEUU no le importan en absoluto, como la igualdad de género, los derechos de los negros o los derechos de los homosexuales.Así es como podemos ver como la comunidad negra todavía apoya a Obama, a pesar de que son los que están sufriendo los daños económicos más grandes bajo su Presidencia.Los negros, al igual que a los Judios y a otras minorías, se les ha entrenado para pensar racialmente, por encima de todo; y esto es lo que necesita la aristocracia, pues así, la clase media mayoritaria, en respuesta a esas actitudes, culpará a las minorías y a los pobres, en lugar de culpar a la fracción del 1% que ostenta el poder real y moldea el pensamiento y la ideología de esas clases medias y bajas.Eso ha permitido que en el mundo, el 0,7% de la población más rica posea el 41% de los activos privados del planeta y nadie actúe contra esta injusticia insoportable.Este es el trabajo que está desempeñando el “respetado y admirado” Premio Nobel de la Paz Barack Obama, al servicio de la aristocracia norteamericana.La aristocracia disfruta tratando a la población como si fuera absolutamente idiota.El problema es que la población demuestra su idiotez constantemente, dejándose engañar una y otra vez y eso conduce a los propios aristócratas, muchos de los cuales también son idiotas, a creer que son seres superiores y que merecen todo aquello que poseen y que han heredado.Y eso desemboca, a su vez, en que la actitud generalizada entre esta aristocracia, especialmente entre la norteamericana, sean el fascismo y el racismo absolutos y más descarnados.Por esa razón, en los Estados unidos y especialmente desde que Reagan llegó al poder, el lema del país es “La codicia es buena; los más ricos son los mejores”…y nada ha cambiado desde entonces, para desgracia del mundo.Resumen de un artículo escrito originalmente por ERIZ ZUESSE
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