viernes, 24 de abril de 2015

Los medios no mencionan el factor más influyente en los naufragios, que es la invasión de Libia

James Petras - La Haine
Cuando Gaddafi vivía el pueblo no huía de Libia, al contrario la gente inmigraba a Libia, porque tenía trabajo, ingresos, bienestar social

Análisis de James Petras en CX36, lunes 20 de abril de 2015. Escuchar aquí: http://www.ivoox.com/analisis-james-petras-cx36-audios-mp3_rf_4382668_1.html
Efraín Chury Iribarne: Comencemos por Brasil, problemas internos del PT que se transforman en problemas de la política brasileña.
JP: Aquí tenemos que analizar varios impactos de esto. Primero, el de las estafas cometidas por los jerarcas de Petrobras y los vínculos con el Partido de los Trabajadores (PT), desde hace tiempo. Esto ha fortalecido a la derecha y las fuerzas que quieren volver a períodos más autoritarios. Hay dos derechas, una electoral y una golpista.
El segundo factor que influye es la ausencia de una alternativa a la izquierda del PT, que podría aprovechar esta coyuntura para levantar un proyecto socialista, o por lo menos más progresista que el gobierno actual.
Y tercero, las luchas internas del PT, que tiene como eje la derechización del gobierno de Rousseff, con Joaquin Levi a la cabeza, cambiando toda la política económica que tiene que ver con el bienestar social. Me parece que la izquierda del PT que está tratando de evitar los recortes sociales está en una posición muy débil y defensiva. Todavía están vinculados a las prebendas del partido y no se atreven a romper, por lo que siguen subordinados y quejándose dentro del aparato del gobierno.
Con este panorama hay mucho desencanto entre el electorado mayoritario. Mucha gente que votó, apoyó y hasta se benefició de algún modo en los primeros años del gobierno del PT, ahora están desencantados. Hay una parte de ellos que son muy críticos con el PT e incluso hay algunos sectores que no lo van a votar en las próximas elecciones. Eso significaría el fin del PT como partido gobernante y se abre la puerta para el retornó de la derecha, facilitado por la política económica de Rousseff. Porque no hay ninguna diferencia en este momento entre la política del ministro de Finanzas Joaquin Levi, el FMI y los banqueros; una troika que está en la misma línea que la derecha.
El viraje hacia la derecha ya está en marcha con el PT, pero el gobierno siguiente va a repetir esto. Y tiene enormes repercusiones internacionales, porque no solo la oposición, si no la misma Rousseff, quiere ir a la Unión Europea, pactar con EEUU acuerdos de libre comercio bilaterales. Entramos en una nueva época, en el fin del progresismo, el pos progresismo, y hacia una nueva configuración derechista en el principal país de América Latina.
EChI: Hubo elecciones provinciales en Argentina ¿Cómo podemos analizar esos resultados?
JP: No he recibido mayor información, por eso no me atrevo a comentarlo. Particularmente porque en las provincias hay mucha confusión, los partidos regionales cambian de alianza según las prebendas que reciben del gobierno central y esas alianzas a veces tienen un perfil que escapa a quienes no vivimos o trabajamos allí. Por eso quiero suspender mi juicio sobre esas elecciones, al menos hasta que tenga mayor información y más confiable.
EChI: Bien, Petras, te dejamos ahora para que nos hables de los temas que estás trabajando y esa mención a Galeano que querías hacer.
JP: Si, tengo varios temas para comentar, pero quiero recordar a Eduardo Galeano. Yo tuve un encuentro con Eduardo Galeano en las oficinas de ‘Marcha’, el semanario, en las oficinas de Carlos María Guitérrez y Carlos Quijano; porque me reclutaron como corresponsal y estuve por más de 30 años, hasta que con Brecha, la nueva dirección decidió reemplazarme.
Pero en ese momento, tuvimos una excelente discusión. Carlos Quijano era un hombre muy digno, muy tradicional pero un nacionalista contundente, una persona abierta a nuevas ideas y diferencias entre marxismo, socialismo y progresistas liberales. Fue un encuentro para mi muy importante.
Un año más tarde, Eduardo vino a California donde yo estaba escribiendo mi tesis de doctorado, con su mochila, y conversamos; fuimos a la Universidad juntos conversando. Él fue a una fiesta y no volvió por dos días, fue una cosa loca en esa época.
Pero una cosa recuerdo de nuestra caminata a la Universidad, era la época de la guerra de los seis días de Israel contra los países árabes. Yo le decía a Eduardo que los estudiantes de izquierda no son partidarios de Israel, a pesar de que muchos son judíos. Y me dijo: No lo creo, porque hay una cosa tribal, que podría afectar incluso a los más izquierdistas. Entramos a la terraza donde estaban sentados en mesas los jóvenes estudiantes, colegas míos y compañeros de lucha; y cuando comenzamos a conversar casi todos apoyaban a Israel a pesar de declararse la ‘nueva izquierda’. Eduardo me miró sonriendo, como diciendo: ‘te lo dije’.
Después, en el año ’70, estuve en Malvín, para una fiesta de vacaciones, y ahí encontré a Eduardo, creo que vivía por ahí cerca, tomamos unos mates juntos, y pocos días después me encontré con Hugo Cores –que era dirigente creo de la federación anarquista- y con el Decano de la Facultad de Agronomía, que me había invitado para [una beca] Fullbright, pero Fullbright me rechazó por ser agitador. Me consideraban muy capaz académicamente pero peligroso políticamente. Y el rector me invitó a comer y tuvimos una conferencia en un seminario, y Eduardo me contaba que debía participar, estar presente.
Pero la colaboración más estrecha y prolongada con Eduardo fue en el Tribunal Bertrand Russell contra la represión en América Latina, donde trabajamos desde 1976 hasta 1983, en varios lugares, principalmente en Bruselas, Roma y Argelia.
Después, en el año 1994, nos encontramos en Chiapas, donde hubo una convocatoria de los zapatistas y compartimos una carpa juntos. Conversamos muchas horas, hasta la madrugada, después nos encontramos con Daniel Viglietti, después nos fuimos a reunir con Marcos y conversamos un poco más. Era una época linda esa, con mucha esperanza y mucha preocupación por las amenazas militares que estaban rodeando el campamento.
Finalmente nos encontramos en Pontevedra, Galicia, donde participamos de una conferencia anual del sindicato de profesores de Galicia. Y tuvimos algunas discrepancias, Eduardo se puso mucho más crítico con Cuba que yo .Entonces, estábamos en la Plataforma en diferentes momentos y presentamos posiciones algo contrarias.
Parecía que algo había cambiado en Eduardo en ese momento.Yo no sé las fuentes y trayectoria final, pero me parecía menos comprometido en el sentido del antiimperialismo revolucionario. Incluso me preocupa mucho una declaración de los últimos tiempos, cuando habló sobre ‘Las venas abiertas’, su libro más conocido y con muchas ediciones, diciendo que no podría escribir ese libro ahora, porque con el tiempo estaba más maduro y pensaba muy diferente sobre los que sucede en América Latina.
Yo no sé cómo entender eso y traducirlo en la política. Pero me parecía que ‘Las venas abiertas’ era un libro profundamente antiimperialista, literario, político, y tuvo un enorme impacto. Y retroceder y decir que ahora no escribiría ese libro... No lo entendí, fue una renuncia a toda su trayectoria, a toda su vida. No sé qué significado darle.
Por eso recuerdo mejor el juego de nuestra juventud, tomando vino y conversando en Berkeley (California); los encuentros en Malvín, tomando mate y conversando; el tiempo juntos, graves tiempos de represión, Eduardo desplazado y perseguido de Uruguay y de Argentina, exiliado, pero siempre al pie de la lucha, un gran amigo. Me siento muy triste, pero a partir de esa tristeza siento mucho aliento por su trayectoria, su vida, su compromiso, y entre sus escritos y los hechos, fue siempre un hombre consecuente y coherente.
Por último quería comentar tres cosas muy rápido: Primero, la noticia de los náufragos en el Mediterráneo; dicen que 700 migrantes están desaparecidos. Después, otro ítem de la misma zona, dicen que el Estado Islámico ejecutó a 28 cristianos. Pero no mencionan el factor más influyente, que es la invasión de Libia, la destrucción, el asesinato de Muahamar Gaddafi. Cuando Gaddafi vivía el pueblo no huía de Libia, al contrario la gente inmigraba a Libia, porque tenía trabajo, ingresos, bienestar social. Los responsables de los náufragos, de la salida y de los refugiados, son los países europeos, la OTAN. Y ahora no asumen responsabilidad por la destrucción del país ni reciben a los refugiados como deberían para apoyarlos, ya que los países de Europa estuvieron involucrados en los bombardeos.
Lo otro que quiero mencionar es que la Oficina Federal de Investigaciones de EEUU [FBI]  ha falsificado datos para muchos casos forenses en los últimos diez años. Es decir, fabricaron pruebas, testimonios, y como resultado de eso mucha gente fue a la cárcel e incluso a la silla eléctrica bajo pruebas falsas. Eso es otro indicio de la corrupción del sistema judicial en EEUU donde los fiscales y la policía trabajan juntos para falsificar y culpar a personas posiblemente inocentes. Cualquiera que habla de la Justicia en EEUU está hablando de falsificaciones y procesos judiciales profundamente defectuosos.
Lo tercero y último, es lo que ha pasado con el Partido Popular en España, donde los líderes, incluso el ex director del FMI, Rodrigo Rato, están involucrado en fraude, blanqueo de capitales, por más de 5 millones de euros, que tenían en cuentas del exterior. Rodrigo Rato era uno de los jefes del Partido Popular, que no es popular, es de la ultraderecha franquista. Y ahora tenemos este caso, que muestra que la derecha no es simplemente reaccionaria, está profundamente comprometida con la corrupción, y siempre tienen en la mano el castigo, el látigo, para la masa popular.
EChI: Petras, muchas gracias. Hasta el lunes.
JP: Un abrazo, gracias por la invitación. Y quiero saludar a cualquier reunión en recuerdo a Eduardo Galeano, un gran uruguayo, un gran internacionalista, un gran ser humano.
Extractado por La Haine
Texto completo en: http://www.lahaine.org/los-medios-no-mencionan-el

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