Un hombre australiano de 109 años teje pequeños suéteres para rehabilitar pingüinos. Gracias a estas prendas, los animales logran salvarse cuando quedan cubiertos de petróleo luego de un derrame.
Con 109 años, Alfred “Alfie” Date fue declarado el hombre más anciano de Australia. Comenzó a tejer en 1932, cuando su cuñada le enseñó a hacer un jersey para su sobrino recién nacido.
En 2013, encontró un nuevo uso para sus habilidades. Dos enfermeras del hogar donde vive le comentaron que la Penguin Foundation de Phillip Island (Victoria, Australia) había solicitado suéteres para cubrir a los pingüinos afectados por un derrame de petróleo, a lo cual Alfred no pudo decir que no.
Con la lana que le dejaron las enfermeras, pronto comenzó a tejer suéteres en punto elástico. Si bien con la edad sus manos han perdido algo de la habilidad que solían tener, Alfie logra que cada prenda quede perfecta. “Me gusta hacerlas sin cometer errores. Aunque no me excuso a mí mismo, creo que se puede perdonar a una persona que ha excedido la duración normal de la vida”, comentó en diálogo con Ninemsn.
Si bien desde Penguin Foundation sabían que Date era su tejedor más anciano, desconocían que era la persona más grande de toda Australia. “Nos sentimos honrados de que nos dedique su tiempo y su esfuerzo”, destacó Danene Jones, trabajadora de la fundación.
Suéteres para la rehabilitación de pingüinos
En Phillip Island reside una colonia de 32.000 ejemplares de una rara especie de pingüinos que sólo se encuentra en el sudeste de Australia y Nueva Zalanda. El programa “Tejidos para la naturaleza” (Knits for nature) tuvo como objetivo conseguir suéteres para protegerlos de los daños ocasionados por un derrame de petróleo. La efectividad de este método había sido probada en 2001, cuando se logró salvar al 96% de las 438 aves marinas afectadas.
El petróleo separa las plumas de los pingüinos. Esto hace que el agua pueda pasar a través de ellas. Así, su temperatura baja notablemente y se vuelven más pesados. En estas condiciones, les cuesta cazar su comida, de manera tal que mueren de hambre. Además, al limpiarse con el pico, ingieren sustancias tóxicas. Por estos motivos, en los parques naturales de Phillip Island se ha implementado el sistema del suéter. Con el paso del tiempo, el patrón de tejido se ha perfeccionado para que no dañe el plumaje de los animales ni haga que sus aletas y picos queden enredados. Las prendas son de lana pura, de manera tal que las aves marinas se mantengan cálidas sin riesgo de calentarse de más, ya que el material puede respirar.
Los suéteres nunca son reutilizados, para evitar la transmisión de patógenos de un animal a otro. Además, como la lana absorbe un poco del petróleo, sólo se lograría pasar sustancias tóxicas entre los pingüinos. Aquellas prendas que no son aptas para la rehabilitación, se le colocan a pingüinos de peluche, como los que se ven en las imágenes. Estos son vendidos para recaudar fondos que luego se destinan a proyectos de investigación y preservación.
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