El Gobierno sirio critica la decisión de Turquía y de EE.UU. de brindar apoyo aéreo a los terroristas que operan en Siria, a los que denominan “oposición moderada”.
“El apoyo de cualquier país a los terroristas armados se considera una agresión directa a Siria”, ha declarado este martes el vicecanciller de Siria, Faisal al-Miqdad. Añade que las declaraciones de Ankara al respecto evidencian que, en realidad, el Gobierno del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, busca prolongar la crisis de Siria.
El lunes, el canciller turco, Mevlut Cavusoglu, declaró que su país había llegado a un “principio de acuerdo” con EE.UU. para brindar protección aérea a los terroristas sirios.”Hay un acuerdo preliminar. Cómo se va a coordinar la ayuda es responsabilidad del Ejército”, confirmó, sin precisar, no obstante, el tipo de ayudas y los grupos a los que van dirigidas.
El funcionario sirio también ha acusado a Turquía, Arabia Saudí y Catar de respaldar al grupo terrorista Frente Al-Nusra, afilado a Al-Qaeda, durante sus ataques a las ciudades sirias de Yisr al-Shughur y de Idlib, de la provincia homónima de Idlib (noroeste). Ambas se encuentran actualmente bajo el control del grupo terrorista.
Por último ha pedido a la comunidad internacional y al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) que asuman su responsabilidad y presionen a ciertos países para que dejen de sufragar a los grupos armados que operan en Siria.
Desde el inicio de la crisis en Siria, en marzo de 2011, EE.UU. y sus aliados regionales y occidentales, entre ellos Turquía, han secundado con su postura la violencia ejercida en dicho país por los grupos terroristas.
A mediados de febrero, Estados Unidos y Turquía llegaron a un acuerdo para entrenar y equipar en suelo turco a miembros de la llamada “oposición moderada” de Siria, término con el que ellos justifican el soporte que brindan a estos terroristas.
EE.UU. y sus aliados respaldan a grupos terroristas como el EIIL (Daesh, en árabe), activos en Siria e Irak, pese a que EE.UU. lidera la llamada coalición internacional anti-Daesh, integrada por más de 40 países. Esta es, tal vez, la razón de que dicha alianza no haya logrado avances significativos en su lucha contra el terrorismo.
Recientes documentos desclasificados de la Agencia de Inteligencia de Defensa de EE.UU. (DIA, por sus siglas en inglés), indican que la llamada coalición anti-Daesh favoreció el surgimiento del grupo terrorista EIIL, y que su propósito era aislar al presidente sirio, Bashar al-Asad, y contener la creciente influencia de Irán en el Oriente Medio.
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