En Garmisch-Partenkirchen, Alemania, arranca este domingo la reunión del Grupo de los Siete. Los líderes de Alemania, Francia, EE.UU., Italia, Reino Unido, Canadá y Japón discutirán la situación en Ucrania, la posible adopción de nuevas sanciones contra Rusia y otros asuntos.
Según las previsiones de los observadores, la situación en Ucrania será un elemento principal de la agenda del día. En la zona del conflicto de Donbass, se ha intensificado la tensión en los últimos días, después de que el Ejército ucraniano admitiera haber utilizado contra Donetsk armamento pesado, retirado anteriormente hasta la retaguardia en conformidad con lo estipulado por los acuerdos de Minsk.
Otro tema clave será la deuda griega. El 5 de junio Grecia se negó a pagar una parte de su deuda de 300 millones de euros y solicitó al FMI unir cuatro pagos y pagar un total de 1.566 millones de euros a finales de mes.
En la cumbre del G7, el presidente estadounidense, Barack Obama, podría intentar convencer a los aliados de la necesidad de ampliar las sanciones contra Rusia. ‘The Wall Street Journal‘ informa que la Casa Blanca está desarrollando nuevos métodos para contener a Rusia. Se trata de la nueva doctrina de la Administración de Obama que pretende reforzar las fuerzas armadas de los aliados y socios potenciales de Estados Unidos.
Además, los participantes de la cumbre abordarán el calentamiento global y la lucha contra el ébola. Angela Merkel propuso discutir la reforma de la Organización Mundial de la Salud, con la idea de crear una reserva de especialistas y recursos materiales para el despliegue rápido en caso de brotes regionales de enfermedades peligrosas. En su opinión, la OMS está mal preparada para este tipo de crisis.
El segundo día de la cumbre se centrará en las amenazas del radicalismo, en particular, los movimientos del Estado islámico y Boko Haram. Para discutir estos asuntos el lunes llegarán a Baviera los líderes de Irak, Nigeria y Túnez.
El sábado se congregaron en Múnich miles de manifestantes que protestaban contra la reunión del G7. La Policía alemana usó gas pimienta y gases lacrimógenos para dispersar a los activistas.
El G8 se convirtió en G7 cuando Alemania, Canadá, EE.UU., Francia, Italia, Japón y Reino Unido decidieron no acudir a la cumbre de Sochi prevista para junio de 2014 y, en su lugar, se reunieron en Bruselas dejando fuera a Rusia a raíz de la reunificación con la península de Crimea.
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