La lucha por un trozo de bosque en Alemania es mucho más que una protesta de románticos amantes de los árboles. Es la lucha por el futuro de la energía y la protección del clima mundial, dice Sonya Diehn.
Puede que se haya enterado del drama que se desarrolla en el bosque de Hambach, a solo 50 kilómetros de la sede de DW en Bonn, Alemania. La Policía está desalojando de allí a un grupo de activistas que han estado ocupando parcelas y árboles en los que han construido viviendas durante los últimos seis años. Pero lo que no se ha destacado suficientemente es la gran importancia que tiene el resultado de esta lucha en cuanto al futuro de la energía en Alemania, así como en cuanto a la protección del clima en todo el mundo.
Los hechos
El consorcio energético RWE maneja algunas de las mayores minas de carbón en Europa, entre ellas, la mina de Hambach, en el oeste de Alemania, cerca de la frontera con Francia, Bélgica y los Países Bajos. RWE ha ido expandiendo el terreno de las excavaciones, a la vez que ha sacado provecho económico del carbón, desde hace décadas. A orillas de la inmensa mina a cielo abierto, quedan unas pocas hectáreas de vegetación: el bosque de Hambach.
Desde 2012, los activistas han estado viviendo en casas construidas en los árboles, hasta el día en que RWE, propietaria del terrero, se los permitiera. RWE tiene la autorización legal de talar una cierta cantidad de bosque, cada año, para extraer el carbón mineral que se encuentra en su suelo. Ahora, el gigante energético quiere derribar el bosque, justo cuando el Gobierno alemán ha encargado a una comisión especial estudiar la forma y la fecha en que el país abandonará la producción de carbón, el combustible fósil más contaminante. Alemania, durante mucho tiempo un líder de la transición a las fuentes renovables de energía, sabe que tiene que dejar el carbón para proteger el clima.
Ganancias a corto plazo vs. bienestar a largo plazo
Pero Alemania es esquizofrénica en lo que respecta a la energía. Por un lado, se ha impuesto ambiciosos objetivos de reducción de emisiones, y por el otro, el Gobierno ha estado cediendo al poder del lobby del carbón posponiendo su abandono. Todo esto, a pesar de que la salida del carbón es inevitable, especialmente porque las energías renovables ganan rápidamente ventaja como fuentes de energía más baratas.
El resultado de esta lucha dará forma al futuro de la energía en Alemania: si el bosque es talado, y el carbón es extraído para quemarlo, es una señal de que las cosas seguirán por años, como hasta ahora. Es probable que Alemania no cumpla con los límites de emisiones y contribuya así al dañino cambio climático. Pero si el bosque permanece intacto, podría ser un verdadero punto de inflexión para el futuro energético de este país.
Negocios, como siempre
Los activistas se han enfrentado a un fuerte oponente: mantener el estado de cosas, como de costumbre. Los cuidadores de árboles son personas pacíficas e idealistas que defienden lo que creen que es correcto. Aman la naturaleza y señalan cuán biodiverso es este pedazo de bosque. El bosque de Hambach es valioso debido a que es un recordatorio permanente de la antigua superficie boscosa que una vez se extendió por Alemania y por gran parte de Europa.
Entonces, ¿qué valoramos más y qué queremos para nuestro futuro? ¿Una naturaleza intacta y sostenibilidad, o las ganancias en moneda contante y sonante de los combustibles fósiles y catástrofes climáticas? Este es el verdadero sentido de su lucha.
Los contradictores señalan que si el carbón no se extrae, se perderían varios miles de empleos. Pero, ¿cuántos empleos se perderán si el cambio climático avanza? El extremo verano de Alemania en 2018, con sus pérdidas de hasta de un tercio de las cosechas, es una muestra de lo que está por venir si las cosas continúan así.
Otros argumentan que los activistas se equivocan al ocupar propiedad privada de RWE. Pero el hecho de que algo sea ilegal no significa que no deba hacerse. En siglos pasados, el voto de los negros era ilegal. Y, si nadie se hubiera opuesto, aún sería ilegal.
Del mismo modo, el hecho de que algo sea legal, no significa necesariamente que sea lo correcto. Lo moralmente correcto para el Gobierno alemán sería parar la tala del bosque de Hambach, así como la consiguiente extracción y quema del carbón. Esto enviaría una señal al mundo en el sentido de que es hora de detener el predominio de los combustibles fósiles, y de reorientar nuestras economías energéticas hacia un futuro sostenible.
Industria del carbón o protección del clima
La compañía de energía RWE quiere talar el último 10% del bosque que queda en Hambach. El 90% de este gran bosque ya ha sido destruido para la extracción de lignito. En dos años y medio, las excavaciones podrían haber llegado al borde del bosque. La lucha por el bosque restante es una batalla de intereses: la industria del carbón contra los protectores de la naturaleza.
Protección policial para la tala del bosque
A pesar de todas las apelaciones y las interpelaciones jurídicas en curso, el proveedor de energía RWE se apega a su plan de deforestación. El próximo 1° de octubre, la tala de los árboles podría comenzar. Los taladores de RWE preparan el derribo de los árboles bajo una fuerte protección policial.
Vida en un árbol
Desde hace seis años viven jóvenes en el bosque de Hambach. Allí han surgido pequeñas aldeas con casas en los árboles. En las copas de los árboles hay puentes de cuerdas para los vecinos. Estos defensores del medioambiente buscan evitar la tala del bosque con su protesta. Entre 100 y 200 personas viven actualmente en el bosque de Hambach.
Resistencia, hasta el fin de la explotación de carbón
Clumsy vive en una casa de árbol en el bosque desde hace cinco años. Para él, el cambio climático es la mayor amenaza para la humanidad. La extracción de carbón es, según él, ilegal. Con su protesta, quiere asumir la responsabilidad por las generaciones futuras, y considera que la suya es una lucha por los derechos humanos.
Visitas diarias
Actualmente, los habitantes del bosque reciben muchas visitas. En la actualidad son varios cientos los ciudadanos que asisten al bosque los domingos. Se quieren informar sobre la importancia del bosque y expresar su simpatía y solidaridad.
Apelan a detener la tala
El habitante del bosque más joven tiene casi un año de edad. La intención de RWE de derribar el bosque ha indignado y movilizado a los oponentes del lignito. Ambientalistas, ciudadanos de pueblos vecinos, ONGs y políticos están exigiendo la moderación de RWE hasta fin de año. Hasta entonces, una comisión gubernamental presentaría un plan para abandonar la explotación de carbón.
Recorrido turístico
Los domingos el pedagogo forestal Michael Zobel explica a los ciudadanos las ventajas del bosque de Hambach. En este bosque hay robles de más de 300 años. Sus habitantes, el murciélago de Bechstein, el pájaro carpintero de pico medio y el lirón están en peligro de extinción. La importancia del bosque es desconocida para muchos visitantes.
Miedo al arresto y escalada de la confrontación
Durante una sesión de preguntas y respuestas, una habitante del bosque responde preguntas sobre la vida en el bosque, la protesta y las reacciones de la Policía. También le preocupa el clima, las vidas de las generaciones futuras, y confiesa que “teme ser arrestada, solo por vivir en el bosque”.
¿Qué tan militante es la protesta?
La policía aseguró en las últimas semanas que ha sido atacada con piedras por militantes con pasamontañas. Sin embargo, la mayoría de los habitantes del bosque son pacíficos. Al igual que estos dos jóvenes activistas con un extintor de incendios, considerados, en algunos casos, por la Policía como “supuestas bombas” que han sido explotadas, por precaución.
Situación legal no es definitiva
Aunque RWE tiene un permiso para talar, la organización medioambiental BUND ha apelado contra esa decisión. Dirk Jansen, de BUND, explica la situación a los miembros de la Comisión del Carbón. Según Jansen, el Tribunal Administrativo Superior de Münster podría fallar hasta finales de septiembre a favor de detener la tala.
Industria del carbón o protección del clima
La compañía de energía RWE quiere talar el último 10% del bosque que queda en Hambach. El 90% de este gran bosque ya ha sido destruido para la extracción de lignito. En dos años y medio, las excavaciones podrían haber llegado al borde del bosque. La lucha por el bosque restante es una batalla de intereses: la industria del carbón contra los protectores de la naturaleza.
Protección policial para la tala del bosque
A pesar de todas las apelaciones y las interpelaciones jurídicas en curso, el proveedor de energía RWE se apega a su plan de deforestación. El próximo 1° de octubre, la tala de los árboles podría comenzar. Los taladores de RWE preparan el derribo de los árboles bajo una fuerte protección policial.
Vida en un árbol
Desde hace seis años viven jóvenes en el bosque de Hambach. Allí han surgido pequeñas aldeas con casas en los árboles. En las copas de los árboles hay puentes de cuerdas para los vecinos. Estos defensores del medioambiente buscan evitar la tala del bosque con su protesta. Entre 100 y 200 personas viven actualmente en el bosque de Hambach.
Resistencia, hasta el fin de la explotación de carbón
Clumsy vive en una casa de árbol en el bosque desde hace cinco años. Para él, el cambio climático es la mayor amenaza para la humanidad. La extracción de carbón es, según él, ilegal. Con su protesta, quiere asumir la responsabilidad por las generaciones futuras, y considera que la suya es una lucha por los derechos humanos.
Visitas diarias
Actualmente, los habitantes del bosque reciben muchas visitas. En la actualidad son varios cientos los ciudadanos que asisten al bosque los domingos. Se quieren informar sobre la importancia del bosque y expresar su simpatía y solidaridad.
Apelan a detener la tala
El habitante del bosque más joven tiene casi un año de edad. La intención de RWE de derribar el bosque ha indignado y movilizado a los oponentes del lignito. Ambientalistas, ciudadanos de pueblos vecinos, ONGs y políticos están exigiendo la moderación de RWE hasta fin de año. Hasta entonces, una comisión gubernamental presentaría un plan para abandonar la explotación de carbón.
Recorrido turístico
Los domingos el pedagogo forestal Michael Zobel explica a los ciudadanos las ventajas del bosque de Hambach. En este bosque hay robles de más de 300 años. Sus habitantes, el murciélago de Bechstein, el pájaro carpintero de pico medio y el lirón están en peligro de extinción. La importancia del bosque es desconocida para muchos visitantes.
Miedo al arresto y escalada de la confrontación
Durante una sesión de preguntas y respuestas, una habitante del bosque responde preguntas sobre la vida en el bosque, la protesta y las reacciones de la Policía. También le preocupa el clima, las vidas de las generaciones futuras, y confiesa que “teme ser arrestada, solo por vivir en el bosque”.
¿Qué tan militante es la protesta?
La policía aseguró en las últimas semanas que ha sido atacada con piedras por militantes con pasamontañas. Sin embargo, la mayoría de los habitantes del bosque son pacíficos. Al igual que estos dos jóvenes activistas con un extintor de incendios, considerados, en algunos casos, por la Policía como “supuestas bombas” que han sido explotadas, por precaución.
Situación legal no es definitiva
Aunque RWE tiene un permiso para talar, la organización medioambiental BUND ha apelado contra esa decisión. Dirk Jansen, de BUND, explica la situación a los miembros de la Comisión del Carbón. Según Jansen, el Tribunal Administrativo Superior de Münster podría fallar hasta finales de septiembre a favor de detener la tala.
Industria del carbón o protección del clima
La compañía de energía RWE quiere talar el último 10% del bosque que queda en Hambach. El 90% de este gran bosque ya ha sido destruido para la extracción de lignito. En dos años y medio, las excavaciones podrían haber llegado al borde del bosque. La lucha por el bosque restante es una batalla de intereses: la industria del carbón contra los protectores de la naturaleza.
Protección policial para la tala del bosque
A pesar de todas las apelaciones y las interpelaciones jurídicas en curso, el proveedor de energía RWE se apega a su plan de deforestación. El próximo 1° de octubre, la tala de los árboles podría comenzar. Los taladores de RWE preparan el derribo de los árboles bajo una fuerte protección policial.
Vida en un árbol
Desde hace seis años viven jóvenes en el bosque de Hambach. Allí han surgido pequeñas aldeas con casas en los árboles. En las copas de los árboles hay puentes de cuerdas para los vecinos. Estos defensores del medioambiente buscan evitar la tala del bosque con su protesta. Entre 100 y 200 personas viven actualmente en el bosque de Hambach.
Resistencia, hasta el fin de la explotación de carbón
Clumsy vive en una casa de árbol en el bosque desde hace cinco años. Para él, el cambio climático es la mayor amenaza para la humanidad. La extracción de carbón es, según él, ilegal. Con su protesta, quiere asumir la responsabilidad por las generaciones futuras, y considera que la suya es una lucha por los derechos humanos.
Visitas diarias
Actualmente, los habitantes del bosque reciben muchas visitas. En la actualidad son varios cientos los ciudadanos que asisten al bosque los domingos. Se quieren informar sobre la importancia del bosque y expresar su simpatía y solidaridad.
Apelan a detener la tala
El habitante del bosque más joven tiene casi un año de edad. La intención de RWE de derribar el bosque ha indignado y movilizado a los oponentes del lignito. Ambientalistas, ciudadanos de pueblos vecinos, ONGs y políticos están exigiendo la moderación de RWE hasta fin de año. Hasta entonces, una comisión gubernamental presentaría un plan para abandonar la explotación de carbón.
Recorrido turístico
Los domingos el pedagogo forestal Michael Zobel explica a los ciudadanos las ventajas del bosque de Hambach. En este bosque hay robles de más de 300 años. Sus habitantes, el murciélago de Bechstein, el pájaro carpintero de pico medio y el lirón están en peligro de extinción. La importancia del bosque es desconocida para muchos visitantes.
Miedo al arresto y escalada de la confrontación
Durante una sesión de preguntas y respuestas, una habitante del bosque responde preguntas sobre la vida en el bosque, la protesta y las reacciones de la Policía. También le preocupa el clima, las vidas de las generaciones futuras, y confiesa que “teme ser arrestada, solo por vivir en el bosque”.
¿Qué tan militante es la protesta?
La policía aseguró en las últimas semanas que ha sido atacada con piedras por militantes con pasamontañas. Sin embargo, la mayoría de los habitantes del bosque son pacíficos. Al igual que estos dos jóvenes activistas con un extintor de incendios, considerados, en algunos casos, por la Policía como “supuestas bombas” que han sido explotadas, por precaución.
Situación legal no es definitiva
Aunque RWE tiene un permiso para talar, la organización medioambiental BUND ha apelado contra esa decisión. Dirk Jansen, de BUND, explica la situación a los miembros de la Comisión del Carbón. Según Jansen, el Tribunal Administrativo Superior de Münster podría fallar hasta finales de septiembre a favor de detener la tala.
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