jueves, 12 de enero de 2017

Carta abierta a Meryl Streep, porque no me agrada la hipocresía

De ese mundo falso, de Superhombres y Cenicientas, de familias idílicas, de las películas en las que tu Meryl y tus compañeros, son cómplices, a cambio claro… de buenos honorarios.
Por Hersh Zakheim
Acabo de leer en uno de los diarios más representativos de la prensa hegemónica capitalista, un encendido elogio a unas palabras, que pronunciaste durante la ceremonia de entrega de los Golden Globe Awards.
Los mismos elogios se reproducen en muchos medios de parecido carácter.
Veo que le reprochaste a Trump, su discurso homofóbico y racista clásico en él. Y dejaste constancia que en Hollywood actúan y deben actuar artistas de todo color y raza cuando dijiste…
“Ustedes y todos nosotros en esta sala pertenecemos, realmente, a los segmentos más vilipendiados de la sociedad estadounidense en este momento. Piénsenlo: Hollywood, extranjeros y la prensa”,
Bueno, permíteme que te de un consejo, es evidente que estas acostumbrada como actriz, a leer los diálogos que te escriben los guionistas de Hollywood, por eso cuando emites tu propia opinión… debes ser más cuidadosa.
Sostener por ejemplo, que Trump vilipendia a Hollywood, es un pensamiento absurdo e infantil.
Hollywood es la mayor arma agresiva y de combate, que dispone el Imperio capitalista norteamericano.
Por eso, un duro y codicioso empresario yanqui como Trump, jamás atacaría a Hollywood por dos razones, porque no dispone de la fuerza suficiente y porque el Imperio necesita de Hollywood como del aire que respira.
Por las mismas razones, no atacaría a la Prensa, tanto republicana como demócrata, porque son lo mismo, ambas defienden los intereses del gran capital.
Si te preocupan tanto los extranjeros , al referirte a ellos veo que has recortado cuidadosamente, aquellos que trabajan en Hollywood y quizás voy a ser generoso, pensaste en los que viven en todo USA, supongo que principalmente los latinoamericanos, entre ellos los sufridos mejicanos, y quizás quisiste expresarte también, en relación a los afroamericanos, eternos extranjeros en tu país, aunque vivan allí traídos por la fuerza, hace más de 200 años.
Pero es evidente que te olvidaste de los otros “extranjeros”, aquellos que la oligarquía de las Corporaciones y millonarios de tu país, manda a matar por millones, en el resto del Mundo desde mucho antes de Trump.
Entre ellos los que fueron asesinados en Libia, Irak, Afganistán, Siria, con el concurso activo y la dirección desde el gobierno de USA, de Hilary Clinton, la candidata rival de Trump, tan admirada por ti y tus compañeros de Hollywood.
Extranjeros, que vienen siendo asesinados, torturados y explotados, desde que el Imperio Yanqui extendió sus garras por el mundo, para aumentar las ganancias de vuestros capitalistas y corporaciones privadas, robando el petróleo y las materias primas de los países más débiles .
Te recuerdo la agresión a Vietnam y Corea, y los habitantes asesinados y desaparecidos, de los países latinoamericanos, que vuestros gobiernos de los dos signos y agencias, sometieron a dictaduras criminales infames. Y tampoco olvides, la invasión a Cuba y a Granada, entre tantos otros.
Sin hablar de los 60 millones de “extranjeros” mayormente europeos, que USA unida a sus primos ingleses, ayudaron a matar, a través del ejército de Hitler en la Segunda Guerra Mundial.
Ejército alemán y su líder el loco de Hitler, al que los millonarios de tu país, Rockefeller, Bush, Ford, entre varios otros, acompañaron desde el primer momento, ayudaron a armar y a lanzarse sobre la URSS, para acabar con el socialismo.
Me extraña que te hayas olvidado de ellos, ya que Hollywood desde el final de esa Segunda Guerra, lanzo cientos de películas, que impuestas por las cadenas de salas cinematográficas monopólicas, de propiedad norteamericana invadieron el mundo.
Películas destinadas a engañar a las nuevas generaciones de jóvenes, con argumentos mentirosos, sobre el papel de los norteamericanos en esa guerra, tratando de que nadie se acuerde, que fueron los rusos los que ganaron la guerra y derrotaron a los nazis.
Mientras a Ustedes, no les cayó en casa una sola bomba, y vuestras pérdidas en muertos, al final de la guerra fueron mínimas, equivalentes a la escasa participación de USA en esa guerra.
Y ya en tu época Meryl, después de la misteriosa caída de las torres en el 2001, de las que aún no está claro, quien las hizo destruir y como se cayeron, Bush aprovecho para inventar el terrorismo, como negocio para ocupar países petroleros.
Y desde ese momento, Hollywood comienza a realizar montones de películas, donde actúas tú Meryl, y tus compañeros famosos de Hollywood, a cambio de muchos millones de dólares de honorarios, para contarle al mundo, lo noble que son los soldados mercenarios yanquis y sus agencias como la CIA.
Soldados que pasean por países lejanos, invadidos por USA ,asesinando de paso “extranjeros” , con el objeto de apoderarse del petróleo y otras riquezas, robadas para enriquecer a vuestros capitalistas y porque no… repartir un poquito entre Ustedes.
En esas películas tu Meryl y tus compañeros famosos, interpretan conscientemente personajes, que les escriben los guionistas a sueldo de los dueños de Hollywood, queriendo convencer, engañando a los espectadores, que vuestros soldados asesinos, van a defender la “democracia y la libertad”.
Cuando tú Meryl, conoces bien los verdaderas intenciones del Imperio yanqui, que es el de apoderase de riquezas de pueblos ajenos, para sus Corporaciones Privadas que manejan el verdadero Poder en el gobierno norteamericano
Esa hipocresía que manifiestas tú Meryl y tus compañeros de Hollywood, surge más claramente cuando eligen a Trump como enemigo.
Y se debe a que Trump en su discurso electoral, que le dio el triunfo, expresó el verdadero sentir de la mayoría del pueblo norteamericano. Homofóbico, atrasado culturalmente, religioso fanático e individualmente egoísta, racista.
Porque así es el pueblo norteamericano mayoritario, educado en 250 años por el sistema Capitalista que lo maneja.
Y lógicamente choca esa “verdad” de Trump, con el mundo de mentiras permanentes, de esa “Fábrica de Sueños” que es Hollywood.
De ese mundo falso, de Superhombres y Cenicientas, de familias idílicas, de las películas en las que tu Meryl y tus compañeros, son cómplices, a cambio claro… de buenos honorarios.

Hersh Zakheim

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