El canciller austríaco criticó el sábado a Hungría por su gestión de la crisis de refugiados, comparando sus políticas con las deportaciones nazis durante el Holocausto, entre quejas de refugiados por el trato recibido en ese país del este de Europa.
“Meter a refugiados en trenes y enviarlos algún lugar completamente diferente a donde piensan que van nos recuerda el capítulo más oscuro de la historia de nuestro continente”
Todos los días, miles de refugiados cruzan la frontera hacia Hungría, extremo oriental de la zona Schengen europea, y muchos siguen viajando hacia las zonas más prósperas del oeste y norte del continente, en la peor crisis de refugiados en Europa desde las guerras yugoslavas de la década de 1990, reporta reuters.
Los refugiados seguían el sábado entrando en Alemania, preferida por su generoso sistema de bienestar y leyes relativamente liberales de asilo, con 3.600 llegando a la estación central de Munich por la mañana mientras las autoridades advertían de que podrían no ser capaces de hacer frente a otros 6.800 que podrían llegar por la noche.
En una entrevista con la revista alemana Der Spiegel, el canciller austríaco, Werner Faymann, comparó el trato del primer ministro húngaro, Viktor Orban, a los refugiados con las deportaciones de los nazis de judíos y otros a campos de concentración.
“Meter a refugiados en trenes y enviarlos algún lugar completamente diferente a donde piensan que van nos recuerda el capítulo más oscuro de la historia de nuestro continente”, dijo.
El 3 de septiembre, unos inmigrantes subieron a un tren en Budapest creyendo que se dirigían a la frontera con Austria, pero el tren se detuvo a 35 km al oeste de la capital en la ciudad de Bicske, donde Hungría tiene un campamento para los solicitantes de asilo.
Hungría rechazó los comentarios de Faymann como “totalmente indignos de un líder europeo del siglo XXI” y convocó al embajador de Austria.
El ministro de Asuntos Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, dijo que el canciller austríaco había llevado a cabo una “campaña de mentiras” contra Hungría durante semanas que hacía más difícil encontrar una solución común europea a la crisis.
Muchos refugiados e inmigrantes que llegan ahora a Hungría quieren evitar ser registrados allí por temor a ser devueltos a este país posteriormente cuando vayan a estados más ricos de Europa occidental y septentrional.
Saeed, un sirio de 25 años, fue uno de los muchos refugiados que se quejaron del trato recibido en Hungría. En declaraciones a Reuters en la ciudad fronteriza austríaca de Nickelsdorf, dijo que había pasado los últimos seis días en Hungría, donde fue llevado a cinco campamentos y tuvo que dormir de pie en una habitación abarrotada.
“Nos metieron en cárceles. Estuvimos allí una semana, con poca comida, un pequeño pan por la mañana y otro por la noche … Todo el mundo está resfriado porque no hay calefacción ni nada allí”, dijo.
“Me escapé de Siria porque no me trataban como una persona, como un ser humano, y llegué a Hungría y me trataron como a un animal”, añadió.
El viernes, un vídeo online mostró a multitudes pidiendo comida en un campamento fronterizo mientras policías con mascarillas quirúrgicas les lanzaban paquetes de sándwiches. La policía de Hungría dijo que había iniciado una investigación sobre estas escenas.
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