miércoles, 25 de noviembre de 2015

El mundo occidental, cristiano y mentiroso

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JOSE MANUEL RODRIGUEZ RODRIGUEZ – Como el lenguaje literario, o estético, está lleno de símbolos, imágenes y metáforas, no de certezas, intento colocar ahí la afirmación que hace Nietzsche, en “La Verdad y la Mentira”. Nos dice que inventamos irrealidades tratando de hacerlas creíbles. Buscamos que la fe las transformen en realidades. Supongo que no habla de lo histórico.
 Pero, como me queda grande intentar meterme en la discusión que sobre la verdad crítica de Kant, realizó este “maestro de la sospecha”, seguiré modestamente hablando de la patológica mentira, siempre presente en los escenarios políticos de la derecha donde lo estético adorna las paredes.
 Es diferente con los marxistas, en sus espacios toda explicación de la realidad se busca en las leyes generales del movimiento, que son objetivas e independientes de la naturaleza humana, pero, afectan su pensamiento y por lo tanto el modelaje de las sociedades que construye. La fe no entra en ellos.
 Tenga o no razón Nietzsche, el pensamiento conservador, retrógrado y expoliador elabora su propia realidad. La mentira es su herramienta cotidiana, la usan con profusión antes de sacar el revolver. En un artículo breve como este no es posible hacer un recuento de tal práctica. Sólo decir que sus mentiras son de dos tipos: las que niega la realidad y las que la inventan. Ambas son estructurales, sostienen el “estado de cosas” que han erigido.
 No importa que acusen al chavismo de lo mismo, la diferencia es enorme. En estos la cosa no va más allá de las exageraciones y ocultamientos típicos de los burócratas. Por el contrario, la derecha hace política con la mentira, sobre todo, negando lo que no interesa aceptar. La foto en Internet de una pancarta colocada en Suiza por un grupo de coterráneos, es un buen ejemplo: Venezuela, el único país del mundo donde se proclama un presidente sin contar los votos. Esa está en las del primer tipo: las estúpidas.
Las del segundo tipo son mucho más graves. El ISIS es el polvo producido por los cuatro jinetes: Busch, Blair, Hollande y Aznar, galopando sobre el apocalipsis del Levante.

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