Una organización de policías de Miami, liderada por dos latinos, llama a boicotear la seguridad de los conciertos de la cantante afro-estadounidense
Crédito foto: Hollywood Branded, https://www.flickr.com/people/hollywoodbranded/
Por supuesto, el lector analizará el mejor alcance para la palabra “brutalidad”, pues la noticia, aunque al borde de lo anecdótico, refleja un tema muy serio: la fuerte polarización política y racial que existe en EEUU, donde incluso las organizaciones policiales emiten acciones politizadas. Esto, pues una asociación de policías de Miami ha llamado a sus adherentes a boicotear la seguridad de un concierto de Beyonce. ¿La razón? El espectáculo que presentó la cantante y bailarina en el último Súper Tazón de fútbol americano, donde homenajeó a los míticos y revolucionarios Panteras Negras. Y también como repudio por el videoclip y canción promovida por la cantante (“Formation”) que se enmarca en la lucha contra la discriminación y la violencia policial contra los negros del país.
La amenaza, extremadamente polémica y que rompe el sentido del deber de la fuerza policial como represalia a un acto artístico-comercial, es firmada por Javier Ortiz, presidente de la Orden Fraternal de Policía de Miami. Como co-firmante aparece otro latino, Thomas Reyes. No hay aún claridad sobre la legalidad de la campaña, o si tendrá efectos concretos o riesgosos en la seguridad de la cantante.
La carta (acá, en inglés), en tono personal y en primera persona aunque señala representar a su grupo de afiliados, anuncia que “la Orden Fraternal de Policía de Miami ha votado para que todos los oficiales de policía boicoteen el concierto de Beyonce que se realizará en el estadio Miami Marlins el miércoles 26 de abril de 2016. El hecho que Beyonce usara el Súper Tazón de este año para dividir a los estadounidenses al promover a los Panteras negras, y su mensaje antipolicial, demuestra cómo ella no apoya el cumplimiento de la ley”.
Lo curioso es que el propio Ortiz confiesa que intencionalmente no vio el show intermedio (suponemos que se levantó de su sillón, apagó el televisor o se tapó los ojos para no ver el baile portentoso de Beyonce y decenas de bailarinas), pero que sí vio “por error” (así lo dice) mientras navegaba por los canales de televisión el videoclip de la canción “Formation”, donde se hace alusión al caso de Michael Brown, el joven negro asesinado en Ferguson por un policía blanco en circunstancias confusas.
En la carta pública Ortiz niega que haya responsabilidad del oficial Darren Wilson en el asesinato de Brown. El lema del movimiento Black Lives Matter (“las vidas de los negros sí importan) surgió de ese caso: “Estoy con las manos arriba, no dispare” (hands up, don’t shoot). Ortiz señala que el lema está basado en “una mentira”, en el caso que liberó de culpa a Wilson tras un, nuevamente polémico, proceso de “Gran jurado”, y pese a haber disparado varios balazos a un Brown desarmado.
Al final de su carta, Ortiz rinde homenaje a los policías muertos por miembros de los Panteras Negras, y hace un llamado nacional: “Pedimos a las organizaciones laborales de las fuerzas policiales a unirse a nuestro boicot a lo ancho del país y a boicotear todos sus conciertos”.
En contexto…
La Orden Fraternal de Policía (Fraternal Order of Police) tiene más de 300 mil miembros en el país. Realiza cabildeo (lobby) en el Congreso a favor de temas de interés de los policías, provee representación laboral, promueve la defensa legal de los oficiales del orden, y ayuda también a familiares de los oficiales.
Ortiz parece, en todo caso, responder de forma simplista al movimiento en contra de la brutalidad policial que, lamentablemente, ha afectado de manera desproporcionada a víctimas afro-estadounidenses. El dato es corroborado por las estadísticas de criminalización racial, la desproporción de población carcelaria afro-estadounidense, condenas criminales y victimización de las minorías en su interacción con los cuerpos policiales del país, y un largo etcétera. El movimiento Black Lives Matter, al contrario de lo que sugiere la reacción de boicot amplio de Ortiz contra Beyonce, reacciona a casos específicos de discriminación y uso desproporcionado de la fuerza policial, y no contra los cuerpos de policías del país. Sin embargo, sí identifica como un fenómenos documentado ampliamente las falencias en la formación de respeto de los derechos civiles de las minorías del país a manos de los oficiales del orden que patrullan las ciudades pobres de Estados Unidos.
http://www.infoamericas.info, desde Washington DC
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