El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, advirtió a Europa cuatro días antes de los atentados, de que podría haber ataques terroristas en sus ciudades y concretamente en Bruselas, si en un futuro próximo Europa no cesaba su apoyo y cooperación con los militantes kurdos.
El 18 de marzo, sólo cuatro días antes de los ataques de Bruselas, Erdogan habló en una ceremonia para el 101 aniversario de la Batalla de Gallipoli, y afirmó que “no hay ninguna razón por la que la bomba que explotó en Ankara no pueda explotar en Bruselas, o en cualquier otra ciudad europea”.
“Las serpientes con las que ustedes están durmiendo, les pueden morder en cualquier momento”, agregó.
Curiosamente Erdogan hacía referencia a los militantes kurdos, a los cuales Turquía considera terroristas, cuando se ha revelado ampliamente que su propio gobierno tiene vínculos directos con Estado Islámico.
Aparte de la “sospechosa casualidad” de que hablara de un posible atentado en Bruselas con 4 días de antelación, perpetrado por una organización terrorista a la que su propio gobierno ha apoyado encubiertamente en Siria, lo más vergonzoso de sus declaraciones es que afirmara que “Las serpientes con las que ustedes están durmiendo, les pueden morder en cualquier momento”.
¿Quizás advertía a Europa de que la serpiente es el propio Erdogan, al cual la UE ha regalado de forma vergonzante 6000 millones de euros para que “solucione” la crisis migratoria?
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