viernes, 11 de marzo de 2016

La verdadera “Revolución Verde” es de la mano de los productos orgánicos

La verdadera “Revolución Verde” es de la mano de los productos orgánicos
A veces no sabemos por qué nuestras plantas se ponen mustias o amarillentas y pensamos que quizás les falta(o sobra) agua. En realidad necesitan de otros elementos esenciales para la vida, más allá del agua y del sol.
Un vegetal saludable, bien alimentado, difícilmente será atacado por plagas o enfermedades. Dichas plagas (como los pulgones) mueren de hambre en una planta sana, ya que no son capaces de asimilar el “jugo” de su savia.
Un principio de la Trofobiosis, establece que cualquier ser vivo sobrevive si existe el alimento adecuado disponible para él. Por otro lado esta teoría también tiene relación con el ataque de insectos y microorganismos, ya que de acuerdo a su estado nutricional, las plantas pueden ser más (o menos) susceptibles a ellos.
Pulgones (Wikipedia)
Pulgones (Wikipedia)
Cuando una planta está fertilizada con químicos de síntesis, lo que predomina en su savia son azúcares libres y aminoácidos simples, que es justamente el alimento de los insectos, hongos, nematodos, ácaros, etc. En cambio, si utilizamos fertilizantes orgánicos, por la savia de la planta empiezan a correr aminoácidos complejos y proteínas que estos agentes dañinos no logran digerir ya que cuentan con un sistema digestivo muy precario.
Francis Chaboussou –creador de esta teoría de la Trofobiosis-  dejó un legado que transformó la forma en que concebimos la relación entre insectos y agricultura…
Francis Chaboussou –creador de esta teoría de la Trofobiosis- era un investigador y agrónomo del Instituto Nacional Francés de Investigación Agrícola que dejó un legado que transformó la forma en que concebimos la relación entre insectos y agricultura. Durante 50 años, realizó estudios e investigaciones al respecto y su libro “Cosechas Sanas: una nueva revolución agrícola” tiene por objetivo exponer las razones que explican el fracaso de fungicidas, insecticidas y, especialmente, herbicidas.

¿Qué hace vulnerables a las plantas y desequilibra su metabolismo?

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Nematodo (Wikipedia)
La aplicación de químicos –en especial del nitrógeno- provoca inevitablemente el aumento de plagas y enfermedades, ya que se altera el metabolismo de las plantas y las hace más apetitosas para los insectos.
La capacidad de sintetizar proteínas por las plantas, se ve directamente afectada por factores como aspersiones químicas, temperatura, disponibilidad de micro-macro nutrientes y agua.
Los insectos, nematodos, ácaros, hongos, bacterias y virus, a diferencia del hombre disponen de un grupo muy reducido de enzimas, lo que reduce su posibilidad de digerir moléculas complejas como las proteínas, y deben nutrirse de alimentos en formas simples, es decir, que solo son capaces de asimilar sustancias solubles.
La savia transporta las proteínas y los aminoácidos -junto a otros compuestos como azúcares solubles y nitratos- hacia los puntos de crecimiento de la planta. El uso de agroquímicos produce “estragos” en dicho transporte, por lo cual la savia queda cargada de aminoácidos libres, azúcares solubles y nitratos, alimentos idóneos para hongos, bacterias, ácaros, nematodos e insectos.
Las alteraciones fisiológicas y bioquímicas en la planta debido al uso de agroquímicos, favorecen el aumento de plagas y enfermedades…
En síntesis, podemos decir que las alteraciones fisiológicas y bioquímicas en la planta se deben al uso de agroquímicos, los que favorecen el aumento de plagas y enfermedades así como el riesgo para las cosechas. Entonces ¿quién puede decir que son buenos para ellas?
En los principios de la década del ´90 comenzaron a aumentar los números y tipos de infecciones virales en cereales, incluso combinándose y “atacando” simultáneamente. Chaboussou se lo atribuyó al uso de fertilizantes nitrogenados, fungicidas, plaguicidas y otros químicos que se comenzaron a aplicar en la agricultura.

Elementos que ayudan a la nutrición y salud de las plantas

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Las plantas tratadas con materia orgánica son muy poco atacadas por insectos y enfermedades. (Pixabay.com)
Un suelo biodiverso, sano y vital es la forma de tener cultivos igualmente sanos, resistentes, vitales y nutritivos, no facilitando la gestión de posibles ataques de insectos y enfermedades.
A su vez, las plantas tratadas con materia orgánica son muy poco atacadas por insectos y enfermedades, ya que esta aumenta su resistencia. Por otro lado, este tipo de tratamiento también tiene otros beneficios, ya que aumenta:
  • La capacidad del suelo para almacenar agua, disminuyendo los efectos de las sequías.
  • La población de lombrices, hongos benéficos, bacterias benéficas.
  • La población de organismos útiles que viven asociados a las raíces de las plantas.
  • La capacidad de las raíces para absorber minerales del suelo.
A su vez, los fertilizantes orgánicos, particularmente en su forma líquida, aportan los elementos esenciales que las plantas necesitan ya que funcionan como un alimento para ellas.
A su vez, los fertilizantes orgánicos, particularmente en su forma líquida, aportan los elementos esenciales que las plantas necesitan ya que funcionan como un alimento para ellas. Su aplicación es vía foliar, por ello la hoja absorbe rápidamente los nutrientes.
Este abono líquido –totalmente natural a base de lombricompuesto– puede emplearse en cualquier cultivo, tanto de forma doméstica como en plantaciones extensivas.
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Bidones del biofertilizante Worms, el único totalmente orgánico en todo su proceso.
La aplicación del abono líquido es especial para cuidar las plantaciones de productores orgánicos, y de esta forma cuidar el valor agregado de estos cultivos.
Chaboussou dijo: “Todo ciclo de vida depende de la satisfacción de las necesidades nutricionales del organismo vivo, igual si se trata de un virus, una planta o un animal “.
A su vez la naturaleza es sabia y existe un equilibrio biológico que controla -mediante predadores y parásitos- el crecimiento de la población de insectos, ácaros, nemátodos, hongos, bacterias y virus.
Por ejemplo la vaquita de San Antonio es el predador natural de los pulgones que hacen tanto daño a los vegetales. Si a estos se los mata con el uso y abuso de químicos, entonces no solo estamos poniendo en peligro nuestros cultivos sino también estamos rompiendo con el equilibrio biológico y natural.

Una insana dependencia a los químicos

Roundup de la empresa Monsanto. (Foto: Mike Mozart /Flickr)
Roundup de la empresa Monsanto. (Foto: Mike Mozart /Flickr)
La explicación que permite a las compañías creadoras de químicos para la agricultura proponer siempre nuevos productos -aparentemente inevitables- es que supuestamente estos son cada vez más resistentes a las plagas. El error está en lo sustancial de este concepto, ya que como mencionamos anteriormente tales químicos alteran el metabolismo y equilibrio bioquímico de los cultivos, favoreciendo así la aparición de plagas. O sea que la “solución” que plantean en realidad es el peor problema.
El enfoque de los productos orgánicos para contrarrestar esta dependencia, es que el agricultor trabaje sobre las causas del problema y no sobre las consecuencias.
El enfoque de los productos orgánicos para contrarrestar esta dependencia, es que el agricultor trabaje sobre las causas del problema y no sobre las consecuencias. Consideramos que la verdadera “Revolución Verde” viene de la mano de los fertilizantes orgánicos, no de los químicos.
Sabemos que la buena nutrición es fundamental para la salud de las plantas y también que hay productos naturales que satisfacen esta necesidad. Asimismo conocemos que esta dependencia a los agroquímicos por parte de los productores es “pan para hoy y hambre para mañana”.
Entonces, tenemos sobre el tablero las dos opciones: la ecológica y la bioquímica. Conocemos los riesgos y las implicancias, no podemos decir después que nadie nos avisó. En cada uno está elegir el camino correcto, aquel que le dicte su corazón y su conciencia.

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