“A ninguno de nosotros nos gusta anunciar un aumento de tarifas”, ha dicho el ministro de Transporte argentino, Guillermo Dietrich. Tragó saliva, respiró profundo, y luego informó que la cirugía iba a ser sin anestesia. A partir del 8 de abril, el precio del billete de tren (0,13 dólares) y autobús (0,26 dólares) se incrementará un 100%. El billete de metro (0,35 dólares) subirá un 66%. Unos cinco millones de argentinos podrán acceder a tarifa social, un 55% menos respecto de los nuevos precios. El beneficio alcanzará a sectores de menores recursos.
Dietrich, hijo de uno de los grandes vendedores de automóviles Ford y Volkswagen en Argentina, ha responsabilizado al “populismo de 12 años” del atraso tarifario y los problemas de infraestructura. Dijo que sin el sistema de ayuda para los billetes, su precio sería casi de un dólar. Ha prometido, a su vez. “inversiones millonarias”en todo el sistema de transporte. El ministro ha tenido que hacer su anuncio en medio de protestas de trabajadores públicos despedidos.
En sus primeros tres meses de gestión, el presidente Mauricio Macri impulsó el aumento de las tarifas eléctricas hasta casi un 500%. El alza de los precios se sintió también en los peajes de las carreteras, la gasolina, la educación privada y un alimento tan básico como simbólico en las mesas argentinas: la carne.
Escalada de precios
La escalada no solo perfora el bolsillo de los consumidores. Se espera una inflación anual superior al 30%. Macri reconoció que ese es uno de los grandes desafíos que tiene por delante y confía en que la economía se enderezará con el acceso al crédito internacional y las inversiones. El Congreso acaba de aprobar la derogación de dos leyes que impedían pagarle 12.500 millones de dólares a los “fondos buitres”, como se conocen a los tenedores de bonos adquiridos a precio basura y que, tras litigar exitosamente en un tribunal de Nueva York, han obtenido ganancias exponenciales. La deuda original era de 4.682 millones de dólares. Se abonará 2,7 veces más en virtud de los intereses acumulados durante el “juicio del siglo” .
Antes que Dietrich informara que viajar será más caro, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, reconocía que el “proceso de reacomodamiento de tarifas” continuará en el presente semestre como un paso necesario para la “normalización de la economía”. Eso supone incrementos en los servicios domiciliarios de gas y agua corriente del 300% y 500%, respectivamente, que serán anunciados en las próximas horas.
El fantasma del conflicto social empieza a asomar. El secretario adjunto del sindicato de Camioneros, Pablo Moyano, anticipó inminentes “movilizaciones, huelgas y protestas callejeras” ante la falta de respuesta a los reclamos. “Parece que en el Gobierno todavía están en campaña electoral”. aseguró Moyano. El dirigente, hijo de Hugo Moyano, uno de los principales sindicalistas de este país y en muchas ocasiones su portavoz, dijo que se terminó la “luna de miel” de Macri con el sector del movimiento obrero que lo apoyó. “Va a haber más bronca de la gente”, auguró.
El Periódico
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