Cerca de 20.000 uniformes militares destinados a los extremistas de Estado Islámico y el Frente de al-Nusra, incautados por la policía española a principios de marzo, llegaron a España desde Arabia Saudita.
La policía descubrió uniformes y accesorios militares en tres contenedores de transporte, dos en Valencia y uno en Algeciras.
Estos contenedores, al parecer, fueron llevados a España desde Arabia Saudita y debían ser enviados al puerto turco de Mersin, y luego a Bab al-Hawa, un paso internacional entre Siria y Turquía.
Los uniformes fueron detectados como resultado de las búsquedas que se realizaron después de las detenciones a principios de febrero de siete personas sospechosas de actividades relacionadas con el terrorismo.
Los uniformes parecían proceder de algún país de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y estaban preparados para embarcarse rumbo a Turquía.
Los detenidos presuntamente proporcionaron apoyo logístico y financiero a los grupos terroristas que operan en Siria e Irak, mediante una empresa española, llamada Tigre Negro y establecida por el sirio Ammar Termanini, que se dedicaba a la “exportación e importación de productos textiles” en grandes cantidades para la banda ultraradical.
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