El partido Republicano y el Demócrata son como el PAN y el PRI en México, la misma mafia, pero revolcada y pestilente.
1. Ya lo he publicado varias veces: todos los presidentes yanquis han salido de poderosos grupos económicos, empresariales, inversionistas, fundaciones o equipos de poder como el Pentágono, la Defensa y los fabricantes de armas; esto ha sido muy importante, pero no definitivo como lo ha sido el papel de la Reserva Federal (del tesoro yanqui) integrado por los Rothschild, Rockefeller, Morgan, Lehman y Goldman Sachs, que han sido en los últimos 70 años el gran poder en los EEUU. Así que los Kennedy, Reagan, Bush, Clinton y Obama, de la misma manera que los Trump e Hillary Clinton son la misma suciedad, pero revolcada.
2. Quizá Trump sea igual de “lengua larga”, hablantín y mentiroso que el expresidente Fox, pero no es peor que la Clinton, mujer guerrerista y corrupta. El racismo de Trump y la Clinton contra México, Puerto Rico, latinoamericanos y africanos son toda una cultura de racismo contra todo lo que no sea blanco y europeo. ¿O es sólo Trump el que desprecia a los trabajadores mexicanos y de otros países o son el 99 por ciento de los yanquis como Trump se ha atrevido a gritar en voz alta e Hillary silencia pero practica? El partido Republicano y el Demócrata son como el PAN y el PRI en México, la misma mafia, pero revolcada y pestilente. Y no estoy con Trump o Clinton, estoy contra cualquier gobierno yanqui.
3. Sólo había que leer lo que nos dice un escritor de la Jornada, John Saxe-Fernández: “Para la Fundación de la familia Walthon, dueña de Walmart, la reforma educativa, ya en Estados Unidos o acá, es instrumento de poder y negocio. También para la Fundación de la Familia Clinton. En un bien documentado estudio, Guerra y Wall Street: el sombrío expediente de Clinton (Truthout org, 1/8/2016), Timothy Scott puntualiza que en la Fundación de los Clinton está la crème de la crème del mundo bancario, corporaciones, filantropías, cabildos, contratistas militares, de la industria del gas y del petróleo, la farmacéutica y múltiples donantes, de Citigroup, Goldman Sachs y Exxon Móbil a Monsanto y ¡Blackwater!”.
4. Atención maestros: “Una vez nombrado gobernador de Arkansas en 1988, Bill Clinton, colocó a Hillary a cargo del Comité de Evaluación Educativa para la reforma del sector de ese estado. De ahí salió una ley extremadamente regresiva que financia la educación con aumentos en los impuestos al consumidor, dejando a las grandes corporaciones libres de mayor obligación fiscal o impuestos. Para los educadores esa reforma no fue diseñada para ayudar, sino para castigar y transformar a los maestros en chivos expiatorios de todos los males del sistema educativo. Desde entonces, Hillary mantiene contacto personal y profesional con (textual) la industria de la reforma educativa y algunos filantropistas claves”.
5. La mayoría de las veces pensamos que lo que sucede en nuestro país: en salud, educación y otros planes de gobierno nada tienen que ver con lo que se registra en otras naciones y con los planes globales imperiales; sin embargo muy bien se podría demostrar que desde 1945, con el fin de la guerra mundial, la creación de la ONU, la OMS, la UNESCO, la OIT, y todos esos organismos mundiales, los cinco países más poderosos entonces, encabezados por los EEUU, comenzaron a imponernos sus planes de culturales, sus políticas de producción, de comercio, de consumo, sobre todo su mercado de importación y exportación. A partir de aquel año los EEUU se adueñaron política, económica y militarmente del mundo.
6. Con la creación de la OTAN en 1949 con diez de los países más poderosos de entonces, el mundo aprendió objetivamente dónde estaba el gran poder mundial. México que hasta 1945 era un país rural, agrario, campesino, con servicios de educación, salud, trabajo, alimentación, dirigidos hacia esa sociedad, a partir de entonces comenzó a caminar hacia lo urbano, lo industrial, hacia el modelo de ciudad plenamente capitalista. Y lo que sucedió en México se registró más rápido o más lento en otros países. No fueron disposiciones de presidentes del partido Demócrata o Repúblicano, sino un modelo de capitalismo global imperialista en el mundo.
7. A pesar de la fuerza que en un momento tuvieron los Roosevelt, Stalin, o Churchil, no fueron ellos los determinantes; sólo fueron los personajes visibles que representaron a los amos de la guerra ubicados entre los fabricantes de armas, en los grandes bancos como el FMI, BM y otros, en el Pentágono yanqui que une a todas las fuerzas armadas. Así que no vengan con la broma tonta de que un candidato u otro cuando los dos representa a los asesinos internacionales del imperio. Hemos estado mil veces en la calle repudiando a los gobiernos de EEUU por sus bombardeos criminales en el mundo y lo seguiremos haciendo sin importar a qué partido pertenezcan. ¡Tan asesino es uno como el otro!
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