Francia empieza a decirle adiós al plástico

El gobierno francés aprobó el 30 de agosto el veto a platos, vasos, tazas y cubiertos de plástico. Además, obliga a que en el 2020 sean producidos con un 50% de material biodegradable

´Parece ser que los pícnics ya nunca serán lo mismo en Francia. El gobierno de ese país aprobó el 30 de agosto el veto a platos, vasos, tazas y cubiertos de plástico. Según el texto firmado por la ministra de Medio Ambiente, Ségolène Royal, a partir del 1 de enero del 2020, estos elementos tendrán que estar fabricados en un 50% con sustancias biodegradables.

Esos materiales deberán ser procedentes de materias orgánicas, como el almidón o la fécula de patata. Además, el texto de la ley plantea que cinco años más tarde, a partir del 2025, ese porcentaje tendrá que ser del 60%. De esa manera, los desechables pasarán al olvido y toda la vajilla desechable será ‘eco-friendly’.

Cuando empieze a aplicarse la normativa, ni particulares ni empresas podrán distribuir, usar, vender u ofrecer de manera gratuita vasos y platos de plásticos, salvo. lógicamente, que estén realizados a partir de materiales orgánicos.

Las razones son las siguientes: se calcula que actualmente sólo se recicla un 1% de los vasos de este tipo, los cuales tardan hasta 75 años en degradarse. El caso de los cubiertos como cucharas o tenedores es aún más extremo, ya que su duración en el ambiente asciende hasta los 400 años.

Tal como informa El periódico de España, ningún otro país había tomado hasta ahora medidas de este tipo, y la organización ecologista  Greenpeace celebra especialmente ya que este tipo de material forma parte de los plásticos que durante más tiempo pueden contaminar si no se tiran a la basura. Su durabilidad está calculada en 400 años.

En ese sentido, sólo la superan las botellas y el hilo de pescar. Con una diferencia respecto a estos.Los cubiertos no se pueden reciclar.“Los vasos y platos de plástico sí se pueden reciclar, pero no se hace, no van al contenedor amarillo”, lamenta Julio Barea, responsable de la campaña ‘Mejor sin plástico’ que Greenpeace ha emprendido este verano.