Una familia siria que reside en el área de Philadelphia, Estados Unidos, vive complicados momentos, ya que seis de sus integrantes fueron deportados durante el fin de semana.
La familia de Sarman Assali, quien tiene origen árabe pero es ciudadana estadounidense, declaró a la NBC que “Entiendo que él (Trump) quiera un Estados Unidos seguro, estamos todos de acuerdo. Quiero tener un país seguro. Pero la gente nos necesita y necesitamos estar para ellos”. En referencia a la política migratoria que determinó el presidente en la que no permite la entrada de personas de siete países de mayoría musulmana durante 90 días.
Dos hermanos de Assali, sus esposas y dos hijos fueron deportados y enviados a la ciudad de Damasco en Siria, país que ha sido destruido por la guerra.
La familia de Assali es cristiana ortodoxa, comunidad perseguida por musulmanes extremistas en el medio oriente. Además todos los deportados tenían “green cards”, con la que se suponía que no serían expulsados del país.
Los Abogados de la Unión de Libertades Civiles se encuentran tramitando una demanda contra el gobierno debido a la ilegalidad de la deportación y tienen la esperanza de que sea autorizado su regreso.
La familia de Assali reconoció a NBC que durante las elecciones de noviembre votaron por Donald Trump y compararon su política migratoria con la de ISIS.
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