El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, parece tener el don de hacer el ridículo cada vez que abre la boca.
En una comparecencia el martes 11 de abril Spicer, comparó el presunto ataque con armas químicas en la provincia siria de Idlib con las acciones de Adolf Hitler durante la Segunda Guerra Mundial.
“No usamos armas químicas en la Segunda Guerra Mundial. Incluso alguien tan despreciable como Hitler no cayó en el uso de armas químicas. Si se trata del gas sarín, Hitler no utilizó el gas contra su propio pueblo de la misma manera en la que el presidente sirio Bashar al Assad lo está haciendo”.
Con esta declaración, Spicer olvidó el uso de las cámaras de gas de Hitler, lo que le ha obligado a pedir disculpas públicamente.
“Obviamente estaba tratando de hacer una idea de los atroces actos que Al-Asad había hecho la semana pasada contra su propio pueblo, usando armas químicas y gas. Francamente, erróneamente he hecho una referencia inadecuada e insensible al Holocausto, para lo cual no hay comparación. Y por eso me disculpo. Fue un error hacerlo”
Las declaraciones de Spicer han generado una ola de indignación, hasta el punto de que el Centro Ana Frank en EEUU ha exigido su dimisión.
Según un comunicado elaborado por el director ejecutivo del centro, Steven Goldstein, Spicer “se ha envuelto en la negación del Holocausto, negando el hecho de que Hitler gaseó a millones de judíos hasta la muerte”, en plena semana de la Pascua judía.
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