“Todos merecen morir: Militantes opositores de Caracas juran tomar las armas con cócteles molotov”, tituló ayer el Chicago Tribune su artículo sobre los acontecimientos en Venezuela y, por primera vez, desde abril, un medio de gran circulación en Estados Unidos reveló el verdadero rostro de la oposición venezolana.
La maquinaria mediática internacional ha presentado hasta hartazgo como embajadores pacíficos y legítimos del cambio en el país sudamericano, pero la realidad es otra muy distinta.
Los verdaderos objetivos —la ingobernabilidad política y el caos para presionar la salida del Presidente Nicolás Maduro—, “se les ha ido de las manos”, admite un dirigente opositor. Mientras, sectores cada vez más amplios de la población, incluidos muchos de las filas que adversan al gobierno, reclaman desesperadamente la paz.
“Estaba tranquilo el sótano húmedo del noroeste de Caracas, donde docenas de jóvenes y mujeres se sientan en el suelo y ensamblan sus armas. Vierten asfalto, gasolina y pintura en botellas de cerveza, y atan nudos en tiras de tela para hacer mechas”, describe la periodista Noris Soto, corresponsal de Bloomberg, que firma la nota.
“Todos ellos merecen morir”, dijo uno de los fabricantes de bombas, mientras rellena un frasco de gasolina, refiriéndose a las fuerzas de seguridad venezolana.
Es demasiado pronto para saber si realmente van a seguir adelante con sus amenazas, pero la audaz conversación es “una señal preocupante para los líderes de la oposición dominante que han emitido instrucciones —súplicas, recientemente— para que las manifestaciones y las marchas sean pacíficas”.
Pero esos llamados caen cada vez más en oídos sordos, añade Chicago Tribune. “Los activistas enmascarados lanzan sus bombas caseras, rocas, jarras llenas de heces, cualquier cosa que puedan conseguir. Han asaltado edificios de oficinas, destruido las ventanas de las tiendas y bloqueado los caminos.”
“No sabemos exactamente cómo controlarlos y tenemos miedo de que esto se pueda ir de las manos y dañar nuestra lucha”, dijo el diputado de la Asamblea Nacional, Ángel Alvarado, un viejo enemigo de Maduro y su predecesor y mentor, Hugo Chávez. “Estos muchachos radicales son un peligro”.
Chicago Tribune describe a estos “muchachos” como “agitadores vestidos con cascos de moto y bicicleta, gafas de natación y máscaras de gas, algunos llevan escudos hechos de antiguas patinetas”.
“Estamos dispuestos a salir con armas, para enfrentarlos como iguales”, le dijo uno de ellos a la periodista, negado a dar su nombre y describiéndose solo como un luchador anti-Maduro de una familia de clase media. “La protesta debe evolucionar”.
Chicago Tribune recuerda los reclamos de paz del Presidente Maduro, que frente a esta arremetida de la violencia ha propuesta la elección de una Asamblea Nacional Constituyente el próximo 30 de julio: “Lo que estamos decidiendo aquí es que la próxima semana se decide la paz o la guerra, la violencia o la Asamblea Constituyente”.
Extracto del artículo publicado originalmente en Chicago Tribune:
“La desafiante intransigencia de Maduro frente a la oposición generalizada es la prueba, según los radicales, de que necesitan los cócteles Molotov, incendiar ocasionalmente los vehículos gubernamentales o incendiar la basura.“La opinión de los más conservadores de la coalición anti-Maduro es que ya han ido demasiado lejos. ‘Hay un ambiente de anarquía’, dijo Ramón Muchacho, alcalde del distrito de Chacao de Caracas, que es la base central para las protestas en la capital. ‘Y hay grupos de personas que se aprovechan de la situación’.“Son iguales a los saqueadores que usan máscaras cuando saquean tiendas. Son delincuentes explotando el caos en la calle, dijo Fernando Fernández, dueño de una tienda de licores en Caracas. Una docena de ellos rompieron la vidriera de su negocio el viernes pasado y se llevaron el licor. ‘Esta es la primera vez que ocurre algo como esto’, dijo. ‘Ellos no eran la resistencia, eran matones.’”
En video, “Y la mentira, siempre, se descubre”
(Tomado de Red58)
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