lunes, 3 de julio de 2017

En 72 países ser LGTBI es un crimen y en 8 se condena a muerte

En 72 países del mundo se persigue a las personas LGTBI y en ocho de ellos la condena es la pena de muerte.
En el mundo hay 72 países que criminalizan las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo y en ocho de ellos ser gay o lesbiana se castiga con pena de muerte
Sólo hace 26 años que la OMS sacó a la homosexualidad  de su lista de enfermedades 

Mientras en algunos países en que está despenalizado ser LGTBI es motivo de Orgullo -y en algunos casos incluso de mercantilización como en el Orgullo oficial madrileño- y es considerado como lo “políticamente correcto” por las instituciones y organismos oficiales (otra cosa es la realidad social y la homofobia que genera un sistema, el capitalista, que promueve la desigualdad estructural), todavía en 72 países ser LGTBI es un crimen.
Desde el punto de vista del origen de esta persecución legal, la mayoría de las leyes anti-LGTBI se basan o en leyes impuestas en un país que era parte del Imperio británico o a la ley sharia en los países de religión musulmana.
Según el último informe “Homofobia de Estado”, de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales (ILGA, por sus siglas en inglés), la protección y el reconocimiento a los homosexuales se da en los países del norte de América y algunos del Sur, Australia y la mayor parte de Europa. En cambio, la criminalización a estos colectivos se extiende por buena parte de Europa Oriental, Asia, Africa -a excepción de Sudáfrica, Seychelles y Cabo Verde-, y parte de Centroamérica y América del Sur.
Todavía hoy sigue siendo un grave delito en países comoEgipto, donde se calcula que 500 personas LGTBI han sido encarceladas en el último año, o Arabia Saudí, donde habrían sido condenadas 260 personas LGTBI en medio del silencio de unos medios de comunicación controlados por el régimen autocrático. También en Marruecos (el artículo 489 del Código Penal marroquí establece que “quien cometiere actos indecentes o contra natura con otra persona de su mismo sexo, será penado con prisión de entre 6 meses y 3 años y una multa de 200 a 1.000 dirhams”), Sudán, Yemen o Somalia la persecución es intensa.
Pero no sólo en los países en que la religión musulmana tiene un gran arraigo social se produce esa criminalización, Rusia o Indonesia son también países que persiguen a las personas LGTBI. Y no hay que olvidar asimismo que todavía sigue siendo ilegal en países de tradición cristiana y que en muchos países en que la homosexualidad está despenalizada, las agresiones homofóbicas de grupos fascistas o parapoliciales hacia el colectivo van en aumento, incluyendo los oficialmente civilizados, democráticos y tolerantes países occidentales.

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