Para pertenecer a la Tercera Fuerza, el grupo nacional-socialista más popular de Colombia, hay que ser, según sus preceptos, “una persona correcta, alejada de los vicios, con una vida ejemplar —al menos deben trabajar o estudiar—y no tener antecedentes penales o haber causado escándalos públicos”. Sin embargo, cuando se reúnen en bares como el Spoldin del centro de Bogotá, en algunos de la Avenida Primero de Mayo, en el barrio Santa Isabel o en la localidad de Kennedy, los pogos desatados por las bandas RAC (Rock Against Communism) que siguen se convierten en un problema de orden público.
Además de la Tercera Fuerza en Colombia existen nueve grupos nacional-socialistas en el país Está la Alianza Social Patriotas, el Comando Radical Nacionalista, Comando Unión Nacional Socialista de Colombia (UNSC), Hermandad Nacionalista, Trinchera Nacionalista, Escuadrón Nacionalista 88, Sol Negro, Alternativa Falangista de Colombia y Lobos Blancos. Todos ellos están influenciados por organizaciones religiosas ultranacionalistas como la Sociedad Colombiana en Defensa de la Tradición, Familia y Propiedad, el movimiento cívico-cultural anticomunista de inspiración católica más grande del mundo. Así sus rumbas sean desaforadas, ellos van contra el aborto, el matrimonio gay, el alcoholismo y el consumo de sustancias psicoactivas. Hay dos grupos que se salen de contexto por su radicalismo, dos grupos que han sido incontrolables y que son los que más desmanes provocan en cada una de sus reuniones: las juventudes hitlerianas y los Hammer Skin.
Dos integrantes de este grupo atacaron el pasado domingo 20 de agosto a dos jóvenes pertenecientes a la Coordinadora Antifascista de Bogotá en el barrio la Toscana de Suba. Ahora luchan por su vida por las heridas de puñal que recibieron. En Mallorca, la semana pasada, los Hammer Skin declararon la isla como protectorado nazi. Los extremistas están lanzando una ofensiva mundial al igual que otros grupos que recién nacen como los Blood and Honor que están manejando el microtráfico en ciudades como Pereira. Allí cayó Alex Castillo alias Nítido, quien también perteneció a la Tercera Fuerza.
Los ideales de los nazis colombianos son difusos y casi siempre han rayado con la ilegalidad. En los ochenta el Movimiento de Reconstrucción Nacional (MORENA), fue creado por tres hombres, uno de ellos fue Armando Valenzuela Ruiz, quien años después crearía Tercera Fuerza; el otro fundador fue Iván Roberto Duque, conocido en los noventa por su alias Ernesto Baez, temible jefe paramilitar que llevó el horror al país cuando dirigía el Bloque Central Bolívar de las Autodefensas Unidas de Colombia. Retomaron las ideas del grupo Dios y Patria, creado durante la dictadura de Gustavo Rojas Pinilla en 1956 en Pereira, fiel defensor de la religión y las fuerzas armadas. A este grupo, según una investigación del periodista Gustavo Rugeles, era muy cercano el exdirector de la Policía, el general Rodolfo Palomino, de quien decía Alfredo Devia –uno de los líderes de la organización— era su amigo. Incluso alardeaba de que quedaba libre cada vez que lo encarcelaban por su estrecha relación con Palomino. Sería tanta la cercanía que Tercera Fuerza entrenaba en los tanques del silencio, un lugar justo al lado de la Escuela de Carabineros, mientras Palomino estaba al frente de la Policía.
Tercera Fuerza presume de tener 8.000 integrantes. Nunca han sido tantos pero sí los suficientes para llevar el terror a las calles bogotanas en donde, insuflados por el alcohol, la coca y las pastillas, hacen rondas en donde con sus botas negras, muchas de ellas costosas Dr. Martens, levantan a patadas a indigentes, integrantes de asociaciones LGTBI y se entrelazan en furibundas batallas a piedra y palos con los Rash (skinheads comunistas). Cada 20 de abril alquilan salones en hoteles capitalinos para celebrar el natalicio de Adolfo Hitler. En el acto el ambiente se va enrareciendo a medida que la ceremonia avanza y el vino dulce se riega por las mesas. Cantan himnos fascistas como el español Cara al sol y tararean Al viento las banderas, himno nazi que muy pocos conocen. Afirman en esas reuniones que Hitler es el ser más importante que ha pasado por la tierra y añoran el momento en que el mundo sea completamente nazi. A estos actos anuales van desde niños de 5 años hasta señores que superan los 80 años de edad como el periodista Fabio Roca Vidales, hermano del poeta comunista Juan Manuel Roca, quien ha sido un entusiasta fascista desde hace más de 40 años.
Otro excomandante de Tercera Fuerza que ha tenido contactos con el poder es Eduardo Romano. En julio del 2012, el exprocurador asistió a un homenaje en el hotel Casa Medina promovido por el movimiento Restauración Nacional, heredero de MORENA. Ese día compartió la mesa principal con Romano, quien asistía a la reunión como miembro de la Fundación Colombia Herida, presidida por el actor Rodrigo Obregón, hijo del mítico pintor Alejandro Obregón, quien ha sido cercano al movimiento nazi.
Aunque sus integrantes no aumenten demasiado, Tercera Fuerza sigue manifestándose cada vez que los LGBTI salen a la calle a celebrar el día del orgullo gay, a protestar contra el aborto, el matrimonio entre parejas del mismo sexo o a apoyar manifestaciones promovidas por el uribismo como la marcha anticorrupción del 2 de abril de este año. Ninguno de sus integrantes llegará al Senado o a la Presidencia, pero será el destino de muchos jóvenes despistados o de ancianos que siempre han creído que Adolfo Hitler es el ser más importante que ha nacido en la tierra.
no se pude ser mas bastardo que un neo nazi en el sur de América
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