Cuanto menos curiosa es la imagen de Donald Trump (empresario multimillonario y presidente de los Estados Unidos) lanzando ¡papel sanitario! a una muchedumbre que se agolpa a su alrededor en Puerto Rico.
El líder republicano antes había suscitado la polémica al reclamar que el desastre causado en la isla caribeña por el huracán María había hecho que el presupuesto se saliera de control y ahora posa para las cámaras lanzando papel higiénico.
En video, Donald Trump lanza papel sanitario a los puertorriqueños
El presidente estadounidense Donald Trump, duramente criticado por haber arrojado papel toalla y alimentos a los puertorriqueños víctimas del huracán María, afirmó hoy que el martes fue un “gran día” y recordó que Puerto Rico “debe mucho dinero a Wall Street” y Estados Unidos debe “cancelar” su deuda.
“Tenía 72 mil millones de dólares de deuda antes de los huracanes y una red eléctrica que no funcionaba”, continuó el mandatario. “Los ayudaremos, los ayudaremos a ponerse de pie”.
El presidente Trump, que el martes visitó la isla para evaluar la devastación causada por el huracán María, subrayó que su gobierno va a tener que liquidar esa deuda.
“Ustedes van a decir adiós a eso, no sé si es (el banco) Goldman Sachs, pero quienquiera que sea se pueden despedir de eso”, declaró Trump en una entrevista con la cadena Fox.
La quiebra de Puerto Rico, con una deuda de 72 mil millones de dólares, está considerada la mayor bancarrota de un territorio bajo jurisdicción de Estados Unidos en toda su historia.
Criticado por haber arrojado papel toalla a víctimas del huracán María en Puerto Rico, Trump dijo hoy que el de ayer fue un “gran día”.
“Wow, demasiadas Noticias Falsas hoy”, continuó Trump. “No importa lo que haga o diga, ellos no escribirán o dirán la verdad”.
Durante su visita a Puerto Rico para evaluar los daños del huracán, Trump realizó el martes una parada en la iglesia evangélica Calvary Chapel, en el sótano de un centro comercial en Guaynabo, donde repartió comida y linternas, y arrojó papel toalla a las personas allí reunidas.
El acto fue interpretado en las redes sociales como un gesto de poco respeto a las necesidades que viven los puertorriqueños después del huracán.
Tampoco cayó bien cuando Trump dijo que María no es “una catástrofe real” como la de Katrina, al destacar el bajo número de víctimas mortales, y advirtió de que el presupuesto federal se verá “desfasado” como consecuencia de los graves daños.
“¿Cuál es el saldo mortal al momento? ¿17? 16 muertes confirmadas, 16 frente a miles”, dijo al compararlos con los 1.800 muertos del huracán Katrina de 2005 en Nueva Orleans.
El presidente se mantuvo siempre separado de los asistentes por una larga fila de cajas con suministros, precisó el diario El Nuevo Día, de Puerto Rico.
“Aquí están indignados con esto”, comentó otro usuario en las redes sociales.
La Junta de Supervisión Fiscal para Puerto Rico, aprobada por Estados Unidos, aseguró que atender la crisis humanitaria causada por el huracán María “de manera inmediata y proveer los fondos necesarios para reconstruir la infraestructura crítica son un primer paso esencial para poner a la isla de pie nuevamente”.
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