Noé Pernía, periodista venezolano residente en Madrid, hacía gala, hace unos días, del sentido de humanidad que tiene la derecha antichavista.
Pernía, colaborador de medios como el diario español La Razón, publicaba en Twitter un chiste en el que se reía de los chavistas quemados vivos a manos de opositores fanáticos el pasado año. Recordemos: fueron más de 20 personas.
Es el caso de Orlando Figuera, un joven de 21 años que, por su aspecto físico –negro y humilde- fue rodeado por una turba fascista que lo acuchilló, lo apaleo y lo prendió fuego. Tras una larga agonía, el joven falleció.
No hemos leído una sola crítica en los medios españoles a semejante culto al odio realizado por un periodista.
Mientras, en el mismo Estado español, otros tuiteros, estos de izquierda -claro está- sufren procesos judiciales y condenas de prisión. Estas sí, justificadas y jaleadas por los medios.
Un trabajo de Ivana Belén Ruiz y José Manzaneda, para Cubainformación TV. Edición: Ana Gil.
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