domingo, 12 de junio de 2011

ESPAÑA - Dos vídeos sobre la firmeza de l@s indignad@s en los bloqueos al Ayuntamiento de Madrid

Dentro, los concejales constituían el Ayuntamiento de Madrid. Fuera, miles de ciudadanos cuestionaban su representatividad, gritándoles que gobernaban exclusivamente para sus intereses privados.
Ernesto 
Dentro se constituía el nuevo ayuntamiento, formalmente representante e la voluntad popular de los madrileños.
Fuera, cientos de ellos bloqueaban el edificio desde las 11 de la mañana, gritaban "lo llaman democracia y no lo es", "que no, que no, que no tenemos miedo - que sí, que sí, que estáis muertos de miedo", "sin nosotros no sois nada", "se comen en un día el sueldo de un policía" y "psoe-pp la misma mierda es".   Expresaban así una pequeña pero evidente grieta en la legitimidad de los gobernantes, y les acusaban de ser una misma casta, de diferentes colores, unida por el saqueo de lo público, los recortes al resto de ciudadanos y el sometimiento a los intereses de especuladores y banqueros.
Pese al inmenso despliegue policial, los ciudadanos consiguieron retener por más de una hora a los concejales dentro del Ayuntamiento, con su ficción de soberanía y legitimidad. En realidad, fueron capaces de salir sólo gracias al uso de la violencia por parte de la policía, que pagada por todos volvió a ponerse al servicio de la minoría privilegiada.

En las sentadas y protestas de los indignados, fue admirable la firmeza, la solidaridad y la constancia en la desobediencia civil. El régimen podía dañar cuerpos y llenar de policía las calles, pero se le estaba impugnando la posibilidad de hacerlo con la aprobacion general.
Los policías que abrían paso a los coches oficiales de la élite, por primera vez, mostraban un destello de división: mientras los clásicos puertas de discoteca seguían entendiendo lo que pasaba como una pelea de bar en la que demostrar ser más brutos que el de en frente, había algunos que no se mostraban demasiado orgullosos de lo que hacían, y cuando la gente les increpaba "tu hijo tampoco va a tener pensiones dignas: ¿van a contratarnos a todos de policías cuando ya no haya trabajo digno?" ocultaban la mirada.
La jornada del pasado sábado en Madrid fue otra, pequeña, muestra de que algo está pasando, en muchos sitios a la vez y con muchas formas distintas, con contenidos a veces contradictorios, pero en crecimiento.
 


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