¿Es la actual democracia, igual que en las dictaduras que ha tenido el país en el pasado, un Estado donde hay corrupción, injusticia social, entreguismo, demagogia y hambre? Creemos que si.
Desafortunada y paralelamente ha quedado evidenciado que tanto en las dictaduras como en la democracia, en nuestro país siempre ha existido un alto grado de corrupción pública que no ha recibido castigo.
Esta se ha activado como por arte de magia en ambos sistemas, generando, a su paso por la administración pública, en más de un siglo una pobreza extrema en crecimiento y sin control. Y que en definitiva ha terminado siendo la causante real del alto grado de analfabetismo y de todos los demás males existentes que padece hoy el pueblo dominicano, al cual le ha tocado vivir en ambos sistemas y con pocos resultados positivos para nuestra gente. Y todo por culpa de la insaciable corrupción pública de políticos y dictadores.
Nuestros políticos, jueces, fiscales y autoridades gubernamentales al parecer ni entienden ni mucho menos se ponen de acuerdo en nada que tenga que ver con las buenas costumbres ciudadanas. No se puede ser más condescendiente y tolerante con la corrupción pública y privada que nos asfixia a diario a todos, a lo que también tenemos que agregarle la actitud de indiferencia que se asume por parte de ellos ante el descontrol y el abuso desmesurado de las alzas en los precios de todos los bienes y servicios que pagamos.
El pueblo se siente indignado de tantas inmoralidades, de hechos y de denuncias y, más que nada, de no ver a los culpables detrás de las rejas. ¿Será que la dictadura y la democracia son los padre y madre de la corrupción y que los tres, juntos, son la misma cosas? ¿Qué 50 años no han sido más que suficientes para que nuestros políticos hayan aprendido los nuevos modales y las nuevas costumbres del servidor público? No, eso no es posible creer.
¿Hasta dónde nuestra democracia es libertad e igualdad con justicia social? Un Ministro o funcionario público gana un millón de pesos mensuales mientras entre la gran mayoría de los servidores públicos y privados, policías y militares su salario mínimo no alcanzalos 10 mil pesos mensuales.
Dictadura, democracia y corrupción son los tres demonios de la trinidad en el diario vivir de los dominicanos.
YA BASTA Y TOMAMOS LA CALLE
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