domingo, 17 de julio de 2011

Indignados dominicanos no comprometidos


En Facebook formaron un grupo originalmente llamado "Indignados Dominicanos" y a los pocos días le agregaron la palabra comprometidos al nombre y el siguiente trabajo fue mi respuesta al cambio.






Estoy convencido que algo nuevo está sucediendo en los pueblos del mundo.



Veo el inicio de este movimiento de conciencia en la poblada de la Polonia de Solidaridad que terminó destrozando la cortina de hierro. Fue el ejemplo de la rebelión dentro de la ferocidad de la dictadura amancebada con el futuro y la historia.


Ese algo prendió en los países árabes y todavía sus pobladas, cada una con características propias, se encuentran en desarrollo. Hay que resaltar la identificación de esas pobladas con la no violencia activa, cuando es el pueblo árabe ancestralmente el hogar de la violencia. Desean derechos, desean ser libres y desean finalmente gobiernos seculares sin los tintes ideológicos disfrazados de radicalismo islamista. Es una conciencia nueva.



Ahora vemos que la irradiación de esa conciencia arribo a España en donde asumió un nombre: “Los Indignados”.



Es un movimiento de pueblos que saben y sienten que sus vidas están siendo destrozadas por lo que hasta ahora han ejecutado aquellos que han llegado al poder, de izquierda o derecha.



Es necesario hacer notar que todos los que llegan al poder dejan de ser “nosotros” y en estos momento “los nosotros” desean tomar las decisiones que están afectando su presente, sin diseños presuntuosos de futuros que le pertenecen a otras generaciones. Ni el mundo gobernado por las grandes corporaciones fascistas, pero tampoco por vanguardias intransigentes, engreídas y deshumanizadas, formadas por personas con los mismos valores de su sociedad corrupta.



Si dejáramos a la próxima generación en capacidad de decidir, habríamos colmado todos nuestros sueños humanísticos.



Bajo la sombra del súper hombre de Nietzsche se crearon las fantasías ideológicas que han terminado por descarrilar el progreso alcanzado por la humanidad en pos de su civilidad y eso es precisamente lo que estas pobladas están planteándose, no a la construcción antojadiza y predeterminada del futuro por el cual hay que sacrificar el presente que es lo único que tenemos.


La situación creada por el pensamiento del siglo veinte ha llegado al tranque final, los actores ideológicos del siglo pasado han fracasado en construir el bien común para toda la raza, solo han logrado dividirla y enfrentarla entre si, con el resultado de maniatar a los pueblos para ellos vivir como reyes. Y eso es lo que ha indignado a los españoles, a los griegos, a los portugueses y así irá incorporando en su tiempo a los demás pueblos del mundo.



La situación actual debe ser reorientada, hay que buscarle una solución nueva, todas las soluciones planteadas sobre imposiciones y dictaduras son culpables de nuestro hoy. Seguir tratando de reacondicionarlas o disfrazarlas es perder el poco tiempo que tenemos para encontrar una solución práctica que nos sirva a todos. Para eso hay que salir del closet ideológico en que, unos por humanismo y otros por sus codicias materiales y mentales, nos hemos ido encasillando.


En esa línea de pensamiento, los compromisos con lo que hasta ahora ha estado pasando, desde arriba o desde abajo, a favor o en contra, deben ser eliminados para poder alcanzar la amplitud necesaria y ver la realidad completa y así poder buscar nuevas soluciones. Las ideologías son visiones parcializadas e incompletas de la realidad. Unos ven el edificio de la realidad desde el lado izquierdo y otros lo ven desde el derecho y ambos ven solo sus verdades, pero la realidad tiene mucho más que una cara.


De modo que respondiendo tardíamente la pregunta, no estoy de acuerdo con incluir comprometidos, porque éstos seguirán planteando sus mismas viejas soluciones y trataran, como yo lo hubiera hecho en mí tiempo, de capitalizar el movimiento quitándole el valor a la palabra y al sentimiento de los indignados. Es una distracción.



No estoy comprometido con lo que sucede ni con las soluciones hasta ahora propuestas. Lo que ahora se necesita no es compromiso, es entrega; no es rabia contra las injusticias, sino solidaridad amorosa con las víctimas; no es tener la razón, sino volver a vernos como hermanos y sobre todo, estar más que convencidos de que la suerte de la raza humana es una sola, no es posible discriminarla, o nos salvamos todos o no se salvará nadie.


Víctor Ml. Caamaño

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