Derecho a la seguridad sanitaria de las mujeres a contar con un proceso que le permita abortar legalmente y garantice su seguridad sanitaria tal como lo menciona el último informe de la ONU
Guani Rodríguez
Seguimos luchando: aborto en Venezuela
Uno de los cambios principales en las sociedades modernas es el poder que tienen las mujeres sobre la decisión y mejora de su calidad de vida social y sanitaria, las mujeres en nuestra cultura pueden decidir con quién y cuando quieren casarse, separarse, trabajar, entre otras muchas cosas; en comparación con nuestras madres debo decir que me siento muy agradecida de haber nacido mujer en estos tiempos en los que podemos y queremos decidir sobre muchas cosas: política, empleo, economía y también sobre nuestros cuerpos, aunque no en todos los países sobre el aborto.
Tras pasar otro año, otro aniversario del día internacional por el derecho al aborto, las mujeres del mundo, las mujeres venezolanas, somos muchas, pedimos legislación respecto a este tema que resulta imprescindible para la realización de nuestros derechos humanos, nuestra libertad de decisión y nuestra garantía sanitaria de recibir una atención médica pública en condiciones que no pongan en riesgo nuestra estabilidad física y psicológica.
Aprovecho para mencionar que la Secretaría de las Naciones Unidas, en un informe pocodifundido, ha presentado la importancia del respeto y la despenalización del aborto como parte de la puesta en acción de los Derechos de la Mujer. Se pide al conjunto de naciones que para ello, deben brindar el acceso a las mujeres al aborto y garantizar el correcto proceso sanitario que ello conlleva y quien mejor que el Estado, como garante principal del proceso sanitario en condiciones de igualdad para todas, aspecto importante en estos tiempos de oportunismo capitalista o corporativista para gestionar un asunto tan delicado: la vida de las mujeres en ejercicio de su derecho a elegir sobre su cuerpo.
Toda interrupción del embarazo puede generar cambios psicológicos temporales en la mujer. Los estudios dicen que los efectos negativos en una mujer que realiza abortos en condiciones de ilegalidad, que se enfrenta a un crimen y penalidad son mayores, cosa que puede disminuir en casos de abortos regulados y voluntarios. El redactor de este informe, Anand Grover, dice:
“Las leyes penales que sancionan y restringen el aborto inducido son ejemplos paradigmáticos de barreras inaceptables para la realización del derecho de las mujeres a la salud y deben ser eliminadas[…] Los Estados deben tomar medidas para garantizar que los servicios de aborto legal y seguro sean asequibles, accesibles y de buena calidad. Estas condiciones incluyen el establecimiento de clínicas disponibles y accesibles, la provisión de capacitación adicional para médicos y trabajadores de la salud, la promulgación de requisitos de concesión de licencias y que se garantice que se dispone de lo más nuevo y seguro en medicamentos y en equipamiento. […]aunque se encuentra bien documentado el impacto psicológico de la búsqueda de un aborto ilegal o de llevar a término un embarazo no deseado, ninguna evidencia correspondiente respalda la existencia de una secuela de salud mental a largo plazo como consecuencia del aborto optativo”.
Actualmente se hacen en Venezuela, centenares de abortos ilegales en clínicas privadas, médicos usureros que se valen de la necesidad, desesperación y opción de una mujer para realizar todo tipo de procedimientos, no reglados y sin parangón económico, por lo que adolescentes, adultas y madres deben recurrir a cualquier cantidad de procedimientos paralelos que no garantizan la continuidad de la vida de la portadora.
En 2005, se planteó en la Asamblea Nacional la posibilidad de despenalizar el aborto como un derecho de toda mujer y su derecho al ejercicio de la libertad. Esto ha quedado paralizado, como siempre, otras cosas han resultado más importantes que el derecho de la mujer, que al parecer siempre es mejor esperar para otro momento pues lo urgente es lo principal. Para mí y muchas mujeres esto ya resulta un asunto urgente en el que las mujeres tenemos la necesidad de que se haga una legislación. Se trata de una medida que se enmarca dentro de las transformaciones sociales, políticas y estructurales de procesos de transformación socialista que han llevado otros países en momentos de cambios y procesos socio-políticos como el que vivimos en nuestro país.
Actualmente algunos Estados están asumiendo la posibilidad de que las mujeres y adolescentes desde 16 años puedan abortar, España en 2010 incorporó en su Ley de Igualdad el derecho a la mujer a contar con un aborto legal, público y que garantiza su seguridad sanitaria sin poner en riesgo su salud. Lamentablemente, hoy en día esta iniciativa se ve amenazada nuevamente con la subida política de la derecha retrógrada, que piensa que las mujeres no somos capaces de decidir sobre nuestro cuerpo y, como en época de Franco, posee su cuerpo para traer más personas al mundo.
Es necesario que las mujeres y hombres sigamos luchando en nuestro país por garantizar que la legislación otorgue a nuestras niñas, adolescentes y mujeres el derecho de acceder de manera segura a un aborto eficaz, sin ser víctimas de oportunistas de clínicas privadas y doctores de turno. Se trata de un asunto de Derechos Humanos, de salud social, psicológica; una libertad de elegir y garantizar la calidad de vida de las mujeres. Por ello, mi amplia reiteración en la solicitud abierta a seguir luchando por este nuestro derecho como mujeres. Es libertad de elección, es poder decidir sobre nuestro cuerpo y llevar una sexualidad activa y segura.
No se trata del aborto como mecanismo de control natal, se trata de tener una opción de vida. Se trata de educar a nuestras mujeres y hombres sexualmente en las escuelas, bajo el conocimiento de anticonceptivos, de mecanismos de prevención del embarazo, de toma de conciencia de lo que significa asumir la sexualidad y un embarazo. Basta del tabú sexual en las escuelas, tenemos adolescentes que tienen relaciones sexuales con un amplio grado de desconocimiento de su cuerpo y de su personalidad y que necesitan que este conocimiento llegue, para vivir una sexualidad plena. Basta de taparnos los ojos con las víctimas de violencia con embarazos no deseados. Presentemos opciones legales, creemos conciencia responsable de ellas, para que nuestras mujeres tengan la posibilidad de escoger responsablemente y brindar vida de buena manera si lo quieren hacer, pero que también sepan que si no pueden, quieren o no es el momento: no sea un crimen, no sea un delito.
0 comentarios:
Publicar un comentario