martes, 13 de diciembre de 2011

Policías y militares hondureños golpean a periodistas en protesta

Imagen activaTegucigalpa, 13 dic (PL) Policías y militares hondureños golpearon y lanzaron gases lacrimógenos hoy sobre una marcha de periodistas en denuncia del asesinato de colegas en este país con una tasa de homicidios de 82 por cada 100 mil habitantes.

  Un centenar de oficiales de la Guardia de Honor Presidencial atacaron a los manifestantes que marcharon bajo el lema de Periodistas por la Vida y la Libertad de Expresión, una semana después de conocerse la muerte de la comunicadora Luz Marina Paz, con lo cual sumaron 17 las víctimas mortales en el sector desde el año pasado.

El incidente ocurrió cuando los reclamantes, vestidos de negro, la mayoría mujeres, se concentraban en las inmediaciones de la Casa de Gobierno en esta capital.

Las muertes violentas de trabajadores de la prensa en Honduras han crecido con un patrón criminal en contra de la vida y el ejercicio periodístico desde el golpe de Estado a Manuel Zelaya (junio de 2009); durante el régimen de facto de Roberto Micheletti, y su sucesor, Porfirio Lobo; señala un comunicado de los organizadores de la protesta.

Según expresa la nota, exigen un país libre para ejercer el periodismo, expresar sus disensos, y donde se investigue y castigue a los ladrones del erario.

La reportera Paz y su chofer, Delmer Canales, fueron baleados el martes pasado por pistoleros en la periferia suroeste de esta capital cuando se dirigían a la estación de radio de la Cadena Hondureña de Noticias.

Acorde con autoridades locales, el vehículo en el que viajaban tenía por lo menos 37 impactos de bala, lo cual dejó sin posibilidad de sobrevivencia a ambos ocupantes.

El ejercicio periodístico en esta nación está marcado por el asesinato y la impunidad, aseguró el comisionado Nacional de Derechos Humanos, Ramón Custodio, tras conocer sobre el hecho de sangre.

Desde 2007 a la fecha se han reportado 23 comunicadores ultimados en el país, afirmó Custodio.

La muerte de Paz ocurrió un día después del atentado contra los edificios de impresión y publicidad del rotativo La Tribuna, editado en esta capital, suceso en el cual resultó herido un custodio.

La Tribuna fustigó el mes pasado que el personal de la redacción ha recibido intimidaciones hasta poner en riesgo su vida por los artículos difundidos después del homicidio de los universitarios Rafael Vargas y Carlos David Pineda el 22 de octubre último.

msl/rsm

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