Más de 80 ciudades españolas y 50 países se han sumado a una convocatoria que da inicio a varias jornadas de debates y charlas hasta el próximo martes, en el aniversario del 15-M.
Las protestas, tras un tímido arranque, han acabado llenando calles y sobre todo, su lugar más emblemático, la Puerta del Sol. A las diez de la noche, límite horario impuesto para protestar en la céntrica plaza madrileña, miles de personas desafiaban la prohibición de la Delegación de Gobierno. La manifestación también ha sido masiva en Barcelona, donde los Mossos han cifrado la participación en 45.000 personas.
Y en Valencia, con polémica por la decisión municipal de celebrar esta noche una mascletàen la plaza del Ayuntamiento, la policía ha acabado por desmontar el acto pirotécnico, que ha quedado cancelado. El movimiento, que ha seguido su labor en los barrios y en las redes sociales durante un año, ha pulsado así su fuerza ahora que los recortes del Gobierno de Mariano Rajoy y la crisis bancaria, el sector más criticado por los indignados, se encuentran en primera línea de las preocupaciones ciudadanas.
(Con información de El País)
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