¿LECHE DE MARIHUANA?

La planta de cáñamo fue una de las primeras plantas que el ser humano aprendió a cultivar. Sus propiedades curativas y alimenticias son bien conocidas, pero también es muy apreciada por los diferentes usos industriales que se le ha dado a lo largo de la historia.

La semilla de cáñamo -en una variedad específica- y el aceite que se produce con ella son extraordinariamente ricos. La proteína que contiene esta semilla es la única (entre todas las que se encuentran en todos los alimentos disponibles) que provee los 21 aminoácidos conocidos, incluyendo los 9 aminoácidos esenciales que los adultos ya no producen. Entre muchas otras propiedades nutricionales, también contiene Omega 6 y Omega 3.

Tratándose del inocente cáñamo, mucha gente se preguntará porqué no se difunden más las ventajas de esta semilla. Bueno, no podría asegurarlo, pero quizá se deba a que el “cáñamo” no es otra cosa más que una de las 2 mil variedades de plantas de marihuana que existen. Cannabis Sativa es su nombre en su versión para uso industrial. Cannabis Sativa Indica es su nombre en versión medicinal/nutricional.

Las variedades que emocionan a las multitudes son la Cannabis Indica y la Cannabis Ruderalis.

En años recientes, se ha lanzado al mercado en algunos países un sustituto de leche a partir de la semilla de Cannabis Sativa Indica (hemp, le dicen en inglés), que ha sido un éxito total. Para los entusiastas revolucionarios, hay que aclarar que no produce ningún efecto psicotrópico, pues solo se usa la semilla para crear este tipo de “leche”; las hojas no intervienen en el proceso, aunque cuando están frescas, son muy recomendables en ensaladas, especialmente para pacientes con cáncer. Las semillas pueden comerse puras, pero también en una gran variedad de platillos.

Ojalá que pronto podamos contar en México con este producto, aunque por el momento se ve complicado, por el simple hecho de que se sepa que es “marihuana”. Las bromas subsecuentes sobre el tema tampoco ayudarán, pero esperemos que un día… (MFR)