Los choques entre refugiados palestinos y el Ejército israelí en esta ciudad resultaron en 15 heridos y decenas de manifestantes internados con síntomas de asfixia por gases lacrimógenos, dijeron hoy fuentes sanitarias.
De los lesionados, cinco presentan heridas de munición de guerra, uno de ellos en condición crítica con peligro para la vida, y el resto de balas revestidas de caucho, según las mismas fuentes.
Tropas israelíes atacaron a manifestantes del campamento de refugiados de Jalamun cuando se enfrentaron a los residentes en un asentamiento paramilitar sionista que atacaban los automóviles de la población autóctona que transitaban por la carretera que une a esta ciudad con la de Nablus, dijeron fuentes palestinas.
Algunos de los residentes en el campo fueron expulsados de sus casas en 1948, tras la fundación del Estado de Israel, otros en fechas más recientes por la confiscación de sus casas y terrenos.
Los impactos de balas cubiertas del plástico pueden ser letales a corta distancia; la inhalación excesiva de gases lacrimógenos puede causar la muerte, en especial a personas que padezcan de dolencias respiratorias.
En las últimas semanas los pobladores de los asentamientos judíos han aumentado la demolición de olivares de los palestinos y las provocaciones dentro y en los alrededores de la mezquita de Al Aqsa, en Jerusalén, que los árabes llaman Al Quds, uno de los tres lugares más sagrados del Islam.
La producción de aceite de oliva palestino, famoso por su calidad y pureza, es una de las principales fuentes de ingresos de la población en la Cisjordania ocupada.
El viernes las tropas ocupantes atacaron en siete ciudades palestinas protestas contra la expropiación forzosa de terrenos para construir asentamientos sionistas, considerados un crimen de guerra en las previsiones de los Acuerdos de Ginebra.
La delegación palestina a las conversaciones de paz con Israel renunció en pleno tres semanas atrás en protesta contra el aumento de las edificaciones en la Cisjordania ocupada.
En tanto, persisten los ecos de la difusión el sábado de una entrevista en la televisión ucraniana a una militar israelí la cual admitió haber matado a un número indeterminado de palestinos, entre ellos niños, cuando se manifestaban contra la ocupación.
La militar, Elena Zakusilo, alias Elena Gluzman, admitió haber entrenado perros que se emplean en ataques a manifestantes nacionalistas, relató que por los resultados de su labor fue ascendida al grado de mayor y se dijo lista a retornar a Israel para proseguir su trabajo.
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