domingo, 13 de abril de 2014

Agria “limpieza social” de Rousseff en favelas de Río de Janeiro (Fotografías y video)

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(12 de abril, Por 


2014).- En Rio de Janeiro no sólo hay futbol, zamba y fervor tropical: en cada uno de los puntos de esta ciudad brasileña, la exclusión social y la confrontación se respira a poro abierto. Contrario al desempeño económico que Brasil ha mostrado en los últimos, miles de personas desocupadas, precarias o sin vivienda habitan en edificios abandonados o favelas.
De hecho, este viernes, el desalojo de una antigua planta perteneciente a una antigua empresa de telecomunicaciones, Telerj, en la zona norte de dicha ciudad Carioca, invadida por unas cinco mil personas que reclaman por su derecho de vivienda, provocó varios enfrentamientos entre los ocupantes y las fuerzas brasileñas de seguridad.
Desde las cinco de la mañana, hora local, alrededor de mil 600 efectivos policiacos penetraron en la construcción con una orden judicial de desalojo. Algunos no opusieron resistencia y acataron la orden. Sin embargo, los disturbios comenzaron después de que uno de los líderes de la ocupación del terreno, bautizado como “favela da Telerj”, se enzarzara en una discusión con los agentes y se opusiera al desalojo, destacó el periódico El País.
Como parte de las acciones de resistencia, a temprana hora los rebeldes incendiaron varios departamentos de Telerj. Por respuesta, la policía comenzó a disparar balas de goma y a detener a algunos opositores. De un bando y otro respondieron lo ataques. Más de 25 personas fueron detenidas durante los enfrentamientos, la mayoría acusadas de aprovechar el caos para saquear supermercados.
Incluso, narcotraficantes de la favela vecina de Rato Molhado dispararon con armas de fuego contra las fuerzas policiales. Poco después, el Batallón de Operaciones Especiales (BOPE) penetró en el suburbio para controlar la situación.
¿Pacificación?
De acuerdo a un informe del Instituto Municipal de Urbanismo Pereira Passos (IPP), difundido hace cinco años, existen alrededor de 968 favelas (barrios pobres, regularmente asentamientos irregulares, con fuertes tendencias al hacinamiento) distribuidos a lo largo de, alrededor de 42.89 kilómetros cuadrados.
Es de resaltar, que buena parte de la población carioca, habita en esta suerte de medinasbrasileñas que ni siquiera tiene censos oficales sobre los habitantes que residen ahí.
Desde el año 2008, con perspectivas a realizar el Mundial de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, el gobierno, primero, de Lula Da Silva y después de Dilma Rousseff, han ocupado decenas de favelas e instalado, alrededor de 38 Unidades de Policía Pacificadora (UPP), que vigilan 174 de estas barriadas con un personal de nueve mil 500 efectivos. ¿El objetivo?
Según han declarado las autoridades locales, su presencia a través de vehículos artillados, soldados y la vigilancia total, tiene como fin  impedir que la violencia, el narcotráfico y delincuencia se extiendan a otras áreas.
Sin embargo, activista de derechos humanos y otras organizaciones políticas, han denunciado que ésta tiene el objetivo de llevar a cabo una “limpieza social”.
‒¿En qué consiste la política de las Unidades de Policía Pacificadora (UPP)? –cuestionó la revista barrial Desinformémonos a la activista Patricia de Olivera da Silva de la Red de Comunidades y Movimiento en contra la Violencia.
‒Las UPP son la actualización de mecanismos de control y condicionamiento de las clases populares, cuya característica principal es la ocupación militar del territorio. En ese sentido, no es ninguna especie de policía comunitaria, como algunos afirman, sino una clara ocupación militar.
Y es que de acuerdo a lo observado en los últimos años en que la UPP ha hecho su presencia en las zonas pobres de Rio, las denuncias contra la actuación policial han aumentado. Anteriormente, denunció, se actuaba con una lógica de confrontación directa con narcotraficantes. Esa lógica no logró disminuir los crímenes, sino que provocó muchas víctimas.
En el 2007, se alcanzó un “auge” en cuanto a las muertes provocadas por la policía; el número oficial de muertes ascendió a mil 330 personas. “Es decir, la ‘guerra contra el crimen’ se había transformado, de hecho, en una licencia para matar”, sostiene.
Balance
Según la Articulación Nacional de Comités Populares para la Copa del Mundo, hasta enero de este año, desde que comenzó la operación de las UPP y la implementación de políticas públicas para desalojar los residentes de las favelas, para llevar a cabo el mundial del 2014 y los juegos olímpicos en el 2016, han sido sacadas a la calle alrededor de 250 mil personas.
“Se trata de una clara ‘limpieza social’. Las obras son pensadas intencionalmente para construirse exactamente sobre los terrenos ocupados por barrios pobres y favelas. Una vez que los habitantes del lugar son desalojados, no son reubicados en zonas cercanas como está previsto por la ley, sino que son expulsados a barrios alejados, hasta 60 kilómetros de distancia de sus hogares”, denunció comentó Nelma Gusmão de Oliveira, de la Universidad Estatal del Sudoeste de Bahia (UESB).
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Fotos: Agencia Xinhua

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