Los constantes enfrentamientos entre el Ejército ucraniano y las autodefensas en las regiones orientales de Ucrania, han llevado a las familias de la ciudad de Slaviansk a tomar una difícil decisión: separarse temporalmente de sus hijos.
Por el momento al menos 200 niños de esa localidad han sido evacuados hacia la península de Crimea, donde se refugiarán en un campamento de verano hasta que se normalice la situación en Slaviansk.
Sin embargo, muchos menores no han podido huir del conflicto, debido a que la Guardia Nacional retuvo en un punto de control algunos autobuses que transportaban a niños, según varias informaciones.
“Estamos trasladando a los niños desde Slaviansk a Crimea. El campamento de verano de Artek nos ofreció un lugar donde dejarlos, por eso todos los padres tratan de llevar allí a sus niños”, relata la madre de uno de los niños refugiados.
A pesar de ser menores, muchos de ellos entienden que este no es un verano cualquiera, que el alejamiento de su familia no es un asunto menor.
Cada suceso que ocurre en Slaviansk se ha teñido de incertidumbre. Incluso las fiestas de graduación de los adolescentes se han llevado a cabo en un ambiente de silencio o tristeza.
“No sabemos qué va a ser de nuestros hijos. Hasta las cuatro de la mañana hay bombardeos. La graduación debe ser un acontecimiento alegre, pero los niños no querían ir. Tuve que convencer a mi hija para que fuera”, comenta otra madre de familia.
Ahora muchos de los que se van de la ciudad de Slaviansk, se marchan sin una fecha de retorno. No saben cuándo volverán de nuevo a su casa.
La operación del Ejército ucraniano contra los milicianos no solo ha obtenido pocos éxitos hasta el momento en sus objetivos militares, sino que ha tenido un efecto contraproducente en la población de algunas localidades de las regiones de Donetsk y Lugansk. El rechazo al gobierno de Kiev se refuerza día a día a causa de los ataques de sus tropas.
Hace solo unos días en las calles de Slaviansk y Donetsk se veían imágenes de civiles asesinados. Ahora, los enfrentamientos están golpeando colegios y centros médicos.
“Han destruido nuestras nuevas escuelas equipadas con las últimas tecnologías, casi destruyeron el hospital infantil, el centro de salud. ¿Qué es eso? ¿Quién les dio el derecho de llegar a nuestra tierra y exigir algo?”, se pregunta una jubilada.
Slaviansk es uno de los bastiones de las milicias anti Kiev en el este de Ucrania. Allí la operación militar lleva desarrollándose varias semanas y los enfrentamientos cada vez tienen un coste más alto en su población.
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