EL TELEGRAFO – Julio Alcides Louis Elzaurdia es militante de izquierda desde que tenía 15 años. Sus posturas lo llevaron a la cárcel durante una década en su país natal, Uruguay. Es un académico de Historia y alerta sobre el peligro que hay en el declive del imperialismo norteamericano, frente al auge de China. Una nueva guerra fría podría producirse, comenta.
Desde su militancia y trayectoria, ¿cree que hay una restauración conservadora en la región?
Voy a hablar más del Río de la Plata. No es lo mismo el gobierno de Mujica con el que probablemente le suceda, que es el de Tabaré Vásquez, que tiene una política más conciliadora hacia el imperialismo y el gran capital. En el cono sur es claro que se da una posición proclive a dificultar la integración para la liberación.
¿Ayudaría en algo el acercamiento con los Brics?
Pienso que sí. Creo que sirve el ejemplo de la historia. Bolívar peleó contra el decadente imperio colonial español y él advierte que el principal peligro es el naciente colonialismo británico, mientras el primero está en descenso, el segundo está en ascenso. Sin embargo, gran parte de la oficialidad de Bolívar era de ingleses porque hace un acuerdo táctico para ganar la batalla, no estratégico para ganar la guerra. Creo que lo mismo tenemos que hacer los países de nuestra América, aliarnos con quienes son rivales de la principal potencia colonialista que domina el continente que son Estados Unidos y su socia satélite, la Unión Europea. En ese sentido, Rusia, China, India, Sudáfrica, Irán son aliados tácticos. Subrayo lo de táctico porque eso no quiere decir cualquiera de estos países son conducentes a un mundo más igualitario o socialista. No lo sé. Hay una puerta abierta, el proceso chino lo veo muy contradictorio. Uno debe tener cuidado de lo que alguien ha llamado el abrazo del oso, de ser aliado de alguien que termine copando un imperio. Hay que manejarse con el mundo como es y no como debería ser.
Parece que el mundo se está dividiendo en dos nuevamente…
Hay algo que se parece. Se parece a la Primera Guerra Mundial. Ese conflicto se caracterizó porque había varios imperialismos en expansión, al igual que el sistema capitalista. En ese sentido creo que es inevitable para los países latinoamericanos un grado mayor de unidad porque si no se los comen las grandes potencias: EE.UU., UE, China, India, etc. Ecuador, Bolivia, Uruguay, la misma Argentina, incluso Brasil son pocos si están aislados, si no se unen entre sí.
En América no hay conflictos armados, salvo el colombiano que parece que se está resolviendo. ¿Cómo mantener esa paz frente a un mundo en guerra?
Vivimos en paz pero amenazados por la guerra, plagados de bases militares extranjeras. Hay un nuevo tipo de bases militares que son pequeñitas pero muy peligrosas, para la guerra de drones. Estados Unidos está plagando a América de ese tipo de bases. La estrategia militar norteamericana es una nueva guerra fría dirigida contra la República Popular China y en esa nueva guerra fría nuestra América cumple un papel clave porque aporta bases militares y gente.
¿Ve usted posible que China se convierta en la principal potencia?
Ya es la principal potencia económica, no lo es en términos militares. La perspectiva es un mundo multipolar, lo que nos viene bien. Frente a eso hay un peligro, cuando hay una potencia decadente que tiene superioridad militar es que trate de usar esa superioridad para anular al rival.
¿Un mundo dominado por China, que devora recursos naturales y contamina el mundo?
Eso hay que enfrentarlo. Si China tiene ese defecto y otros, porque los tiene, no hay que idealizar, habrá que combatirlos.
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