sábado, 20 de septiembre de 2014

La marca España desahucia ancianos de sus casas

Para Berta y Antonio con el corazón inundado de tristeza.

Si fueran personas con la cabeza centrada y con una educación rica en valores se avergonzarían de desahuciar familias, de dar palos, porrazos, patadas, codazos, puñetazos, insultar a quienes en un acto de encomiable solidaridad se plantan ante la puerta de otras personas tristes, acosadas, chantajeadas por la putrefacta usura bancaria, por una caterva política profundamente corrupta, degenerada y criminal.


El salvaje desahucio del matrimonio de ancianos en Tenerife esta semana ha sido un punto de inflexión, una enorme patada en las conciencias de millones de personas, quienes asombrados/as hemos visto en las televisiones los llantos de este señor mayor, la intimidación de la policía política del PP a la gente concentrada, la guardia civil al servicio de los poderosos y millonarios que masacran al pueblo trabajador, las lagrimas de Antonio, los llantos desesperados de su esposa Berta, sin que ningún juez se inmute, sin que ningún asqueroso político de coche oficial, vicios caros y sueldazos haga absolutamente nada.


Lo hemos visto todos/as, incluso estas imágenes salieron en informativos de otros países como Alemania, Francia, Bélgica, Suiza, Venezuela, Estados Unidos…, golpeando las miradas alucinadas de quienes ya no se creen que en España haya democracia, sino algo mucho más parecido a una corrupta dictadura fascista, un régimen que golpea, que expulsa de sus casas a una ciudadanía con derechos civiles y humanos.


La morralla de ropa de marca que dirige este país no tiene escrúpulos, se alegra cuando alguien se suicida por razones económicas, ya casi 5.000 almas en dos años solo en España que han decidido quitarse la vida por no aguantar más las presiones, los chantajes, las amenazas de la banca usurera, el hambre y la miseria de sus hijos/as.


Esta banda millonaria del partido fundado por el franquista Manuel Fraga, celebra que su policía armada hasta los dientes vaya a las casas de ciudadanos/as honestos/as a masacrarlos, a expulsarlos de su universo más sagrado, allí donde han pasado sus vidas y sentido enormes alegrías y tristezas, ilusiones de un futuro mejor, para que en pocas horas estos sinvergüenzas los dejen sin nada, tirados/as en la calle, mientras cuatro sicarios de apellidos nobles se llenan los bolsillos con sus humildes propiedades.


La inmensa inmoralidad legal a la que llaman desahucios es una nueva vuelta de tuerca sobre los derechos de millones de ciudadanos/as. Nos pisotean sin que hagamos nada, están demostrando desde la cloaca del poder político que son capaces de todo en su deriva ultraderechista, actuando como perros falderos de la mafia financiera, a la que defienden sus constantes corruptelas, los abusos de poder a cambio de sobres y prebendas.


Los llantos de Antonio y Berta, su indescifrable sufrimiento, junto a las más de 500 familias desahuciadas cada día de sus casas en el estado español no puede quedar impune, debemos juzgar a los causantes de este genocidio social, el mismo que ya cuenta entre sus siniestros logros que cuatro millones de niños/as españoles estén pasando hambre, subsistiendo bajo el umbral del empobrecimiento extremo.


La historia no absolverá jamás a los causantes de tanto dolor, a quienes planifican y ejecutan premeditadamente vergonzosos actos de terrorismo de estado, expulsando a personas honradas de sus casas, matando de hambre, generando despidos masivos, desempleo, enfermos/as sin atención sanitaria, recortando salvajemente el estado del bienestar, condenando a millones de familias a sobrevivir sin ingresos, privatizando servicios públicos como la sanidad o la educación, regaladas a precio de saldo a parientes, a empresarios donantes de sobres repletos de billetes de quinientos euros.


Tanto daño no puede ser eterno, este delictivo modus operandi nazi-fascista de los desahucios en el estado español debe ser juzgado, de lo contrario no quedará esperanza, solo un futuro negro para las generaciones venideras, abusos de poder, caciquismo, delincuencia política, una masacre humanitaria inminente si permitimos que la misma escoria siga asesinando la dignidad y la democracia.

http://viajandoentrelatormenta.blogspot.com.es/




Publicado por Francisco González Tejera

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