El miércoles pasado, la Oficina del Director de Inteligencia Nacional de EEUU, liberó una serie de documentos relacionados con la incursión de 2011 que mató a Osama Bin Laden. Entre muchas otras cosas, los documentos revelaron los libros que presuntamente leía Bin Laden, haciendo especial hincapié en su interés por la temática conspirativa y alternativa.
Si embargo, las autoridades de EEUU no dijeron nada acerca de la cantidad de pornografía que Bin Laden poseía en su escondite de Pakistán.
“No tenemos planes de liberar esto en estos momentos”, dijo el portavoz de Inteligencia Nacional Brian Hale, según The Washington Post. “Debido a la naturaleza del contenido, se tomó la decisión de no hacerlo público”
“No tenemos planes de liberar esto en estos momentos”, dijo el portavoz de Inteligencia Nacional Brian Hale, según The Washington Post. “Debido a la naturaleza del contenido, se tomó la decisión de no hacerlo público”
Desde la muerte de bin Laden en 2011, han circulado informes no confirmados sobre la impresionante variedad de material pornográfico que poseía el líder de Al-Qaeda, aunque según publica el New York Post, según los Navy Seals que realizaron el asalto, los gustos pornográficos de Bin Laden serían calificados como “modernos”.
Suponemos que no tardará en filtrarse esta información de forma encubierta, con el objetivo de distraer a la población con una nueva tontería.
Este parece ser el objetivo principal en todo lo referente a las posesiones y gustos literarios y pornográficos de Bin Laden: distraernos…
Una cabra, Bin Laden y la actriz porno libanesa, Mia Khalifa
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