Un veterano de guerra británico de 96 años de edad, residente en el norte de Londres y con problemas de movilidad, fue advertido de que la scooter que utiliza para desplazarse puede ser considerada “una amenaza terrorista”.
El hombre tenía la costumbre de dejar su modo de transporte estacionado en el aparcamiento de un centro comercial durante sus salidas de compras por la zona.
La dirección del centro comercial le pidió que dejara de aparcar durante tanto tiempo su vehículo en el párquing, considerándolo una práctica inaceptable “a la luz de los acontecimientos terroristas actuales del mundo”.
Tras la indignación que ha provocado el caso al salir a la prensa, una portavoz del centro comercial ha admitido que el aviso fue inapropiado.
Este hecho anecdótico, habla del nivel de paranoia y locura que se está alcanzando en algunos países, algo que pronto veremos exportado a muchos otros.
¿Cuánto tiempo tardará la policia en registrar a los minusválidos que viajen en sillas de ruedas motorizadas o en rebuscar en las piernas ortopédicas de los mutilados en busca de explosivos?
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