Con una recaudación de casi 100 mil dólares en menos de un mes, las tres principales campañas de donaciones (o crownfunding a través del portal GoFundMe.com) para financiar la “guerra no-convencional” contra Venezuela, destacan por el hecho de estar impulsadas por jóvenes que no superan los 30 años, forman parte de acaudaladas familias de la burguesía venezolana más tradicional y han nacido o residen desde hace años en ciudades de los Estados Unidos.
Se trata de Héctor Castro Gaspard, de 28 años, radicado en Miami; la diseñadora Nelly Guinand Rugero, de 26 años, y la administradora Aurora Kearney Troconis, de 28 años. Estas dos últimas residenciadas en Nueva York.
Castro Gaspard es el creador de la campaña “Envío de insumos protestas Venezuela”, que desde el 10 de abril logró recaudar 49 mil 771 dólares. Oficialmente los fondos están destinados a adquirir insumos de atención médica de emergencia y medicamentos para la organización Primeros Auxilios UCV, conocidos como “Cascos Blancos”, que se dedica a prestar asistencia médica a los manifestantes que resultan heridos durante las acciones de violencia que habitualmente se generan durante las movilizaciones antichavistas.
La recepción de los insumos ha sido confirmada a La Tabla por Federica Dávila, vocera de la organización, quien explicó que diariamente notifican a Miami los requerimientos y las erogaciones son soportadas con las facturas de compra.
Por su parte Nelly Guinand es la responsable de la campaña “Cascos vs Bombas Donaciones a Vzla”, iniciada el 4 de mayo y que en menos de 10 días recibió aportes de 659 personas por una suma de 22 mil 886 dólares. Ha sido la propuesta que ha tenido más exposición mediática con reportajes y reseñas en medios tradicionales y digitales, en los que se destacaba el aporte creativo de la diseñadora con la difusión de fotografías donde se veían los cascos con los colores de la bandera venezolana. La campaña estaba orientada a la adquisición de cascos de seguridad que serían entregados a los manifestantes para protegerlos de daños por el lanzamiento de bombas lacrimógenas que pudieran caer sobre sus cabezas.
Posteriormente el nombre de Guinad fue sustituido por el de Ana Medina en la ficha de la campaña, lo que generó dudas con respecto al destino que pudieron haber tenido los fondos. Adicionalmente, hasta el momento no se ha concretado la entrega pública de los equipos a los manifestantes. Sin embargo el propio Castro Gaspard dio su aval a esa campaña al asegurarle a La Tabla que conocía a esa organización.
Y finalmente está la campaña “Medicine & First Aid to Venezuela”, creada el 10 de abril por Aurora Kearney Troconis, y que a la fecha ha recaudado 22 mil 215 dólares entre 480 donantes. Esta campaña también dice tener como objetivo apoyar a los “cascos blancos” de la UCV y efectivamente es reconocida por ese grupo, consultado por La Tabla a través del correo electrónico.
¿Pero quienes son en realidad estos tres personajes?
Una fortuna con concesiones madereras
Aunque Héctor Castro Gaspard está actualmente residenciado en Miami, al menos hasta el año pasado vivió en Caracas, y lo hacía precisamente en la urbanización Lagunita Country Club, donde se concentra la burguesía de la capital venezolana. Así lo indica su registro electoral, que lo ubica como lector en un centro de votación en el Club La Lagunita.
En febrero de 2016 una revista social revela detalles de su boda con la joven Jimena Teresa Chacón González, evento realizado en la Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe y celebrado en la elegantísima Quinta Esmeralda. Allí aparecen los nombres y las fotos de sus padres, Luis Alberto Castro Morales y Magui Gaspard Morell.
Una búsqueda en la web permite identificar el origen de la fortuna que exhibe Castro Gaspard, quien puede ser ubicado también como accionista de al menos una compañía registrada en Panamá en diciembre de 2011, (A.J. Omega) y otra en el estado de Florida en 2015, junto con su esposa y sus suegros (La Galería Corp).
Su padre fue gerente de Cuencas e Hidrología de la CVG-Edelca durante la administración del presidente Jaime Lusinchi, posteriormente vicepresidente de Ambiente, Ciencia y Tecnología de la CVG, y finalmente viceministro de Ambiente, durante el mandato de Rafael Caldera. El titular de la cartera era Roberto Pérez Lecuna.
Durante su permanencia en dichos cargos, Castro Morales gestionó el otorgamiento de concesiones para la explotación de madera a favor de las empresas de su suegro, el empresario de aserraderos Antonio Gaspard, de acuerdo con un informe publicado en 1997 en la revista “La Era Ecológica”,y reproducido por el portal Noticias Candela.
El documento precisa que las empresas de la familia Gaspard recibieron concesiones madereras para explotar unas 510 mil hectáreas en áreas boscosas del estado Bolívar como la altiplanicie de Nuria, lote boscoso San Pedro y reserva forestal de Imataca. En este último caso la concesión fue otorgada a nombre de Magui Gaspard de Castro, esposa del entonces viceministro y madre del joven Castro Gaspard.
Asimismo no deja de llamar la atención una serie de fotografías publicadas por Castro Gaspard en su página de Facebook en diciembre de 2009, en las que se le ve posando en las instalaciones de la Aviación Militar en la base aérea Miranda, en La Carlota, junto y sobre los helicópteros rusos.
Justo en la foto con el enorme MI-26 alguien le preguntó “te metiste a chavista” y Castro le respondió “claro papa ahora soy como tu revolucionario!!! Más nada ahora Venezuela es de todos hahahahahahaha”, en evidente tono de burla.
Por su parte Jimena, la esposa de Héctor, quien lo apoya en la campaña de crownfunding, también mantiene estrechos lazos con la más acaudalada burguesía de Venezuela, pues trabaja para el The Cisneros Fontanals Art Foundation, un reputado centro de artes visuales creado por Ella Fontanals-Cisneros, exesposa del empresario Oswaldo Cisneros.
Cascos de diseños, espectáculo y Venamcham
Nelly Isabel Guinand Rugero, la diseñadora de 26 años que promociona las donaciones para comprar cascos, también forma parte de las capas dominantes de la sociedad venezolana.
Es la sobrina homónima de Nelly Guinand de Galavis, quien aunque también reside en Nueva York, preserva, al menos en su perfil socio-empresarial Linkedin, el cargo de gerente de operaciones de Venamcham, la cámara venezolana-americana de comercio.
La señora Guinand también destaca por ser la madre del jugador de futbol Juan Pablo Galavis, quien llegó a participar en el reality show The Bachelor. Por lo tanto es primo de la joven diseñadora y recolectora de fondos para las manifestaciones violentas.
Sin embargo el dato más relevante sobre Nelly Isabel es su relación con la actriz de telenovelas Gaby Espino, quien es su hermana por parte de madre.
La familia Guinand ha mantenido una relación muy cercana con Empresas Polar, que se evidencia en el rol que tiene su integrante ḿás conocida, la maestra de música María Mercedes Guinand, directora del coro de la Fundación Polar, y la señora María Isabel Guinand, directora de Negocios de Cervecería Polar.
Nació en San Francisco, vive en NYC y odia a Maduro
Aurora Catalina Kearney Troconis nació en San Francisco, California, el 1° de febrero de 1989. Vive en Nueva York, donde trabaja como asistente administrativo en la escuela de medicina de la Universidad de Nueva York (NYU), según lo indica su perfil en Linkedin.
Sus publicaciones en su cuenta de Instagram no muestra ninguna foto de ella en Venezuela pero la joven, que dice ser parte de una familia que migró a EEUU, no ahorra palabras para expresar su odio hacia el presidente venezolano, Nicolás Maduro.
“…no sabía que en mi cuerpo me cabía tanto odio. Te deseo una muerte lenta a ti y a tu maldita combo mamahuevo de mierda la palabra satanás te queda GRANDE HIJO DE MIL PUTAS LASTIMA NO TE ABORTARON”, escribió hace tres semanas al publicar un video divulgado originalmente por el vocero opositor Henrique Capriles.
Aurorita, como se hace llamar, forma parte de una de las familias venezolanas con poder económico e influencia social, según se evidencia en su perfil público.
Una de sus primas es Isabella Troconis, quien figura como miembro del equipo de trabajo de la secretaría general de la OEA, a cargo del excanciller uruguayo, Luis Almagro.
Si alguna conclusión se puede sacar es que los jóvenes de la burguesía venezolana están dispuestos a poner de su parte para derrocar el gobierno de chavista y así poder usando la riqueza y los recursos que ya heredaron o están a punto de heredar de sus padres o abuelos.
Aunque todo indica que no están dispuestos a poner un pie en el país para participar en las jornadas de violencia, sí lo están para enviar dinero con que pagar a mercenarios o a jóvenes de las capas medias y populares fanatizados por la propaganda de guerra. Y sin dudas esa disposición es mayor con este mecanismo en el que se utiliza el dinero de los demás.
Aunque todo indica que no están dispuestos a poner un pie en el país para participar en las jornadas de violencia, sí lo están para enviar dinero con que pagar a mercenarios o a jóvenes de las capas medias y populares fanatizados por la propaganda de guerra. Y sin dudas esa disposición es mayor con este mecanismo en el que se utiliza el dinero de los demás.
Nada extraño en las burguesías latinoamericanas, donde el dinero y los muertos siempre los ponen otros.
LA TABLA
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