El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendió este pasado martes frente a sus partidarios, la respuesta que ofreció a una manifestación organizada por supremacistas blancos en Virginia, y afirmó que podría paralizar el Gobierno si es necesario para construir un muro en la frontera con México.
Bajo críticas por decir que “ambos bandos” eran culpables de la violencia entre los supremacistas blancos y los contramanifestantes de izquierda en Virginia el 12 de agosto, Trump acusó a las cadenas de televisión de ignorar sus llamamientos a la unidad tras los incidentes.
“No dije te amo porque eres negro, o te amo porque eres blanco”, declaró Trump durante un mitin en Phoenix, Arizona. “Amo a toda la gente de nuestro país”, agregó.
Trump cubrió una amplia gama de temas, desde las negociaciones sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) hasta el enfrentamiento de Estados Unidos con Corea del Norte, durante un discurso político que duró una hora y 15 minutos.
El mandatario republicano dijo que podría terminar el TLCAN con México y Canadá para impulsar las negociaciones, y manifestó que el enfrentamiento con Corea del Norte sobre sus programas de armas podría haber dado un giro positivo.
La financiación propuesta para el muro fronterizo ha sido reducida en el Congreso de Estados Unidos, ya que muchos legisladores cuestionan si la principal promesa de campaña de Trump es realmente necesaria.
Pero con una batalla presupuestaria en el horizonte, Trump dijo que estaría dispuesto a arriesgar una paralización del Gobierno a fin de obtener los fondos para su barrera.
“Si tenemos que paralizar nuestro Gobierno, vamos a construir ese muro”, expresó Trump. “Vamos a tener nuestro muro. El pueblo estadounidense votó por el control de la inmigración. Vamos a conseguir ese muro”, agregó.
Con miles de partidarios animándolo, Trump también sugirió que podría perdonar a Joe Arpaio, exalguacil del condado de Maricopa, Arizona, quien fue declarado culpable el mes pasado de desacato criminal por violar los términos de una orden judicial del 2011 sobre un caso de perfil racial.
La policía utilizó botes de humo para dispersar a las personas que protestaban contra la presencia de Trump después de que los manifestantes lanzaran piedras y botellas al exterior del centro de convenciones donde habló el presidente.
(Con información de Público)
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