La convocatoria era a las 20 horas pero la masa ya había tomado la Avenida Diagonal barcelonesa minutos antes. La escena era similar a otras ocasiones: esteladas y gritos de “independencia”. Pero esta vez el motivo era otro: pedir la libertad para Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, líderes de Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural, en prisión incondicional desde este lunes por un posible delito de sedición por los hechos ocurridos el 20 de septiembre ante la Conselleria de Economía de la Generalitat.
Según se iba ocultando el sol, las miles de velas y alguna antorcha que los independentistas, convocados por ANC y Òmnium, habían traído se fueron encendiendo. El clima era calmado pero no festivo como en otras ocasiones. Y había gritos nuevos como “libertad presos políticos”. Otros, como “prensa española manipuladora” se repetían. El paso de un helicóptero de la Policía Nacional que vigilaba la concentración provocaba silbidos y cánticos de “fuera las fuerzas de ocupación”.
María Rosa, “barcelonesa de toda la vida y de generaciones”, de 73 años ha acudido en su silla de ruedas porque “no me gusta que me tapen la boca. Me recuerda a Franco. Democracia sí, dictadura ninguna. Un día recuperamos nuestra nación independiente como lo fue siempre hasta Felipe VI”, explica.
Con su peto verde voluntario de la organización, Jordi, de 61 años, ha venido desde un pueblo cercano para ayudar a la organización en lo que haga falta. “Estoy indignado porque es intolerable la manera en que el Estado español trata a sus ciudadanos. Y solo para favorecer a una casta que exprime al pueblo español y catalán. Nunca entenderá que somos una nación que tenemos derechos”, ha declarado a Público. “Esta es la primera revolución en España en muchos siglos hecha desde abajo y no desde arriba”, añade.
La concentración, prevista entre la plaza del Cinco de Oros (antigua plaza de Juan Carlos I) hasta la plaza de Francesc Macià, ha llenado de velas y esteladas la Diagonal y alguna calle aledaña. No obstante, fuera de la gran aglomeración de la calzada, no había muchas personas en el carril bici y las aceras. La Guardia Urbana ha cifrado en 200.000 la asistencia a esta jornada reivindicativa.
“No nos gusta la manera en que nos ha tratado el Gobierno”
Los gritos de “Jordis a casa”, “libertad para nuestros presos” y “todos somos Jordi” recuerdan constantemente por qué han venido tantas personas. ‘Els Segadors’ y ‘L’Estaca’ son los grandes hits, de nuevo, de la protesta convocada por la ANC y Òmnium. Maria y Ari tienen 27 años y han acudido con varios amigos, obviamente, para exigir la libertad de los dos Jordis porque “no han hecho nada, han secundado manifestaciones pacíficas y se les encarcelan por unas ideas distintas a las del Gobierno actual. Se lleva pidiendo diálogo desde hace años pero parece que mucha respuesta no está habiendo”. Ambas quieren dejar claro que “ningún catalán está en este proceso porque odie a los españoles. No nos gusta la manera en que nos ha tratado el Gobierno”.
Con 20 y 21 años, Guillem y Clara han venido porque el encarcelamiento de los líderes independentistas les parece “lamentable y una tergiversación absoluta de la justicia. Son personas pacíficas que solo han movilizado a las personas para una manifestación no violenta. Es una forma de meter miedo pero no lo tenemos”, han explicado a Público.
Una bandera cuatribarrada gigante ha recorrido todo el largo de la Avenida Diagonal en dirección plaza de Francesc Macià. Antes de las 21 horas, muchas personas ya empezaban a abandonar la Diagonal. No sin antes, dejar las velas en el suelo formando largas filas de fuego y palabras como ‘Pau’. Un claro mensaje para el gobierno y el pueblo español.
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