Con estas palabras resumió este jueves enBerlín el presidente de la comisión parlamentaria de investigación del NSU, el socialdemócrata Sebastian Edathy, las más de 1.300 páginas del informe presentado por este organismo tras 16 meses de trabajo.
El documento relata los fallos y errores que se cometieron en cadena y que permitieron que entre 1998 y 2011 un grupo de sólo tres personas asesinara a nueve inmigrantes y a una policía y cometiera varios robos en distintas partes del país sin que las fuerzas de seguridad relacionaran los hechos y los descubrieran.
Para evitar que se repita la historia, la comisión presentó hoy una lista de 43 recomendaciones encabezadas por un regla dirigida a la Policía: en todos los crímenes en los que, por el tipo de víctima, se pueda pensar en una motivación racista o política, deberá investigarse esa posibilidad.
“El peligro de una extrema derecha dispuesta a la violencia y de un terrorismo de derechas fue total y erróneamente valorado por los cuerpos nacionales de seguridad”, denuncia el informe.
La policía atribuyó durante años los asesinatos del NSU a ajustes de cuentas entre extranjeros -ocho tenían origen turco y uno griego- y sólo en 2011 descubrió la existencia de la célula neonazi, cuando dos hombres se
suicidaron rodeados por la policía tras robar un banco, y la única mujer del grupo se entregó a las fuerzas de seguridad después de volar la casa en la que convivió el trío.
suicidaron rodeados por la policía tras robar un banco, y la única mujer del grupo se entregó a las fuerzas de seguridad después de volar la casa en la que convivió el trío.
La comisión de investigación, en la que han participado todas las formaciones políticas con representación parlamentaria, ha alertado también de la falta de coordinación de la Policía federal con los cuerpos policiales
de los L nder y de todos con la Justicia.
de los L nder y de todos con la Justicia.
En el informe se analiza también el trabajo de los servicios de inteligencia y se apuesta por incrementar el control parlamentario de los mismos.
En un comunicado, el ministro alemán de Interior, Hans-Peter Friedrich, ha destacado el valor del trabajo realizado por la comisión y expresado su alivio al considerar que ha quedado demostrado que ni los miembros del NSU ni sus cómplices, que están siendo juzgados en la Audiencia Superior de Múnich, eran confidentes de las fuerzas de seguridad, como se llegó a especular.
“El informe prueba de forma categórica que las fuerzas de seguridad alemana ni encubrieron ni estuvieron de ningún modo involucrados en los asesinatos en serie del NSU”, manifestó Friedrich.
El titular de Interior destacó además las reformas ya puestas en marcha por su departamento, muchas de las cuales se recogen en el documento, como la creación de una base de datos conjunta sobre la extrema derecha o la reforma de los servicios de inteligencia.
Sin embargo, los abogados de los familiares de las víctimas criticaron el trabajo de la comisión, que no recoge la existencia de “un racismo institucional” en las fuerzas de seguridad, problema que, a su juicio, permitió que el grupo actuara impunemente durante años.
Antes de presentar el informe en rueda de prensa, la comisión entregó el documento en la sede del Bundestag (Cámara baja alemana), que celebrará una sesión extraordinaria sobre este asunto el próximo 2 de septiembre.
(Con información de EFE)
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