Fuentes médicas afirman que las autoridades sanitarias deben hacer ahora una investigación sobre los pasos de la persona enferma para intentar que la enfermedad no se propague. El contagio de la auxiliar que atendió a uno de los misioneros fallecidos nos lleva a una situación de “extraordinaria gravedad”.
La segunda prueba que se ha realizado a una enfermera que ha acudido esta mañana con fiebre al Hospital de Alcorcón y que atendió al misionero Manuel García Viejo, que falleció de ébola el pasado 26 de septiembre, ha dado positivo y se convierte en el primer caso contraído en Europa, han informado fuentes sanitarias.
Con ello, se confirma que la auxiliar de enfermería tiene el virus después de que el Instituto Carlos III haya realizado una segunda prueba tras obtener el positivo en la primera. Para asegurar el diagnóstico y descartar un falso positivo, se le ha realizado este segundo test como establecen los protocolos. La mujer, que trabaja habitualmente en el hospital La Paz-Carlos III de Madrid donde tuvo contacto con el religioso fallecido, se presentó esta mañana en las Urgencias del Hospital Universitario Fundación Alcorcón al sentir que podía tener fiebre, momento en el que fue aislada y sometida a las correspondientes pruebas tal y como establecen los protocolos de seguridad.
Según el mencionado protocolo, a todas las personas que están en contacto con enfermos de ébola, durante 21 días se le toma la temperatura dos veces al día para comprobar si tienen fiebre.
Tras conocerse la situación, un gabinete de crisis presidido por la ministra de Sanidad, Ana Mato, se encontraba reunido esta tarde de urgencia en la sede de su departamento.
Este contagio se produce 9 días después del fallecimiento de García Viejo, quien fue repatriado de Sierra leona el pasado 21 de septiembre y fallecía 5 días después tras sufrir un “empeoramiento” dentro de la gravedad que ya mantenía, al verse afectado por una “importante deshidratación” y una afectación hepato-renal.
La historia se repetía, ya que anteriormente, el sacerdote Miguel Pajares afectado por el virus del ébola y también repatriado a España, se convertía en el primer europeo que fallecía por el virus en el continente, el pasado mes de agosto.
Según el protocolo, todas las personas que estuvieron en contacto con el enfermo de ébola son sometidos a controles durante 21 días, se le toma la temperatura dos veces al día para comprobar si tienen fiebre.
Desde que comenzó el brote se han registrado más de 20 posibles casos de ébola en once comunidades autónomas, y en todos ellos los análisis han dado un resultado negativo.
europapress
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