Alexandre Callet, el propietario de un café en Francia, ha tomado una medida sin precedentes, al prohibir la entrada de banqueros en su establecimiento después de afirmar que lo han tratado como a un perro.
El dueño del restaurante de 30 años está furioso tras solicitar un préstamo de 70.000 euros para abrir un segundo restaurante que le fue denegado.
Callet dijo que la cantidad solicitada de 70.000 euros “no era nada” dado que su volumen de negocios durante el año pasado fue de 300.000 euros.
Para expresar su disgusto, puso una pizarra fuera de su restaurante parisino en el que normalmente muestra los platos especiales del día, y en la que ahora se puede leer:“Los perros son bienvenidos, los banqueros prohibidos (a menos que paguen una cuota de inscripción de 70.000 euros”
La mala experiencia con el banco no es nueva para Callet. Al intentar abrir su primer restaurante a la edad de 23 años, fue rechazado hasta 20 veces antes de que un banco finalmente accediera a prestarle dinero.
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