En Estados Unidos la muerte de un joven afroamericano a manos de agentes de policía ha desatado nuevas protestas. Los manifestantes en Chicago bloquearon el tránsito.
“Manos arribas y silencio”, esta consigna se ha convertido en el símbolo de los afroamericanos desarmados que han sido ultimados por la Policía de Estados Unidos.
En la ciudad de Chicago, manifestantes iracundos protestaron en contra de la brutalidad policial y la conducta racista de los efectivos hacia los afrodescendientes. Una drama real que parece no tener fin.
La víctima más reciente, Paul O´Neal de 18 años, sospechoso de robar un coche. El joven huye, agentes disparan al vehículo en el que viajaba, choca contra otro carro policial, abandona el auto, se escapa y lo persiguen. Justo antes de que un agente le disparara, su cámara es apagada. Están investigando si fue a propósito o casualidad. El joven está en el suelo, herido de muerte, mientras lo esposan. Muere poco después.
La Policía de Chicago admite que los agentes podrían haber violado varias políticas de su propio Departamento, pero los manifestantes dicen que incidentes como la muerte de Paul O´Neal ya se han repetido demasiadas veces en EEUU. Aseguran que no cesarán hasta que haya justicia e igualdad.
HispanTV
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