- El club de fútbol explica que sus juntas de gestión y supervisión han tomado esta decisión para mostrar su "postura clara en apoyo a los derechos humanos, la libertad de expresión y el derecho a manifestarse"
- Con el lema Yes, we camp –Sí, acampamos– aclaran que su decisión responde a la "absurda prohibición" de levantar campamentos en la ciudad
El St. Pauli, uno de los equipos de fútbol de la ciudad alemana de Hamburgo, con una marcada ideología de izquierdas, ha decidido habilitar su estadio para acoger a un máximo de 200 personas que participan en las multitudinarias protestas contra la cumbre del G20, la primera a la que acude Donald Trump, que se desarrolla este fin de semana en la ciudad de Hamburgo.
El club ha anunciado que sus juntas de gestión y supervisión han tomado esta decisión para mostrar su "postura clara en apoyo a los derechos humanos, la libertad de expresión y el derecho a manifestarse", según informa Europa Press. Para ello, ha habilitado el campo para que, desde este mismo jueves por la mañana, pudieran dormir hasta 200 personas.
El St. Pauli ha explicado que su decisión responde a la "absurda prohibición" de levantar campamentos en la ciudad, que "ha llevado, en algunas ocasiones, a dispersiones ilegales de varias acampadas" en Hamburgo.
Con esta medida y bajo el lema Yes, we camp –Sí, acampamos, en un juego de palabras en el que utiliza el lema de campaña de Barack Obama, Yes, we can, que significa Sí, podemos– también busca, como ha explicado, cubrir la "falta de opciones de alojamiento para la gente que visita la ciudad con el objetivo de protestar contra la cumbre del G20".
"Las plazas para dormir estarán disponibles hasta el domingo 9 de julio", ha señalado el club en un comunicado. Asimismo, los manifestantes podrán utilizar las instalaciones sanitarias del estadio y los organizadores han establecido también "una cocina móvil para los invitados".
Desde el miércoles, la ciudad de Hamburgo ha sido escenario de numerosas protestas contra la cumbre y contra las políticas de los países que conforman el grupo, que se reúnen desde este viernes en el Centro de Convenciones de la ciudad, ubicado a escaso kilómetro y medio del estadio de fútbol Millerntor.
Las manifestaciones de miércoles y jueves han acabado, en algunos puntos, con enfrentamientos entre asistentes a las protestas y agentes de la Policía y las fuerzas de seguridad han llegado a utilizar gases lacrimógenos y cañones de agua.
Unos 20.000 efectivos forman parte del operativo de seguridad habilitado por el Gobierno local para la celebración de la cumbre, con el objetivo de contener la violencia que pudiera derivarse de las protestas.
Los grupos que convocaron la manifestación de este jueves, bautizada como Bienvenidos al infierno, han explicado que el G20 ha fracasado al no atajar asuntos que amenazan la paz mundial.
Para el viernes, día que arranca la cumbre, se espera que asistan unos 100.000 participantes a las protestas.
El club ha anunciado que sus juntas de gestión y supervisión han tomado esta decisión para mostrar su "postura clara en apoyo a los derechos humanos, la libertad de expresión y el derecho a manifestarse", según informa Europa Press. Para ello, ha habilitado el campo para que, desde este mismo jueves por la mañana, pudieran dormir hasta 200 personas.
El St. Pauli ha explicado que su decisión responde a la "absurda prohibición" de levantar campamentos en la ciudad, que "ha llevado, en algunas ocasiones, a dispersiones ilegales de varias acampadas" en Hamburgo.
Con esta medida y bajo el lema Yes, we camp –Sí, acampamos, en un juego de palabras en el que utiliza el lema de campaña de Barack Obama, Yes, we can, que significa Sí, podemos– también busca, como ha explicado, cubrir la "falta de opciones de alojamiento para la gente que visita la ciudad con el objetivo de protestar contra la cumbre del G20".
"Las plazas para dormir estarán disponibles hasta el domingo 9 de julio", ha señalado el club en un comunicado. Asimismo, los manifestantes podrán utilizar las instalaciones sanitarias del estadio y los organizadores han establecido también "una cocina móvil para los invitados".
Desde el miércoles, la ciudad de Hamburgo ha sido escenario de numerosas protestas contra la cumbre y contra las políticas de los países que conforman el grupo, que se reúnen desde este viernes en el Centro de Convenciones de la ciudad, ubicado a escaso kilómetro y medio del estadio de fútbol Millerntor.
Las manifestaciones de miércoles y jueves han acabado, en algunos puntos, con enfrentamientos entre asistentes a las protestas y agentes de la Policía y las fuerzas de seguridad han llegado a utilizar gases lacrimógenos y cañones de agua.
Unos 20.000 efectivos forman parte del operativo de seguridad habilitado por el Gobierno local para la celebración de la cumbre, con el objetivo de contener la violencia que pudiera derivarse de las protestas.
Los grupos que convocaron la manifestación de este jueves, bautizada como Bienvenidos al infierno, han explicado que el G20 ha fracasado al no atajar asuntos que amenazan la paz mundial.
Para el viernes, día que arranca la cumbre, se espera que asistan unos 100.000 participantes a las protestas.
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