"EL RACISMO EMPIEZA CON LAS PALABRAS Y ACABA EN EL ASESINATO", ADVIRTIÓ EL ACTIVISTA YOUSEF HAJI PARA EXPLICAR EL LEMA DE LA CAMPAÑA
"No me llamo Azi" (negro en árabe dialectal) es el nombre de la campaña lanzada hoy desde Rabat para luchar contra lo que sus promotores llamaron "racismo banalizado" o "racismo cotidiano" contra los subsaharianos en Marruecos.
La campaña ha sido lanzada por la Coordinadora Papeles para todos, un foro informal que agrupa a varias oenegés de apoyo a los inmigrantes y a la que ya han dado su apoyo actores, escritores, cineastas o futbolistas.
"El racismo empieza con las palabras y acaba en el asesinato", advirtió el activista Yousef Haji para explicar el lema de la campaña, pues "azi" es una palabra con connotaciones tan negativas como "moro" en español o "bugnole" (similar a "moro") en francés.
El sociólogo y universitario Abdelkrim Belghenduz insistió en que "el racismo no es una opinión, sino un delito, y hace falta una ley que lo castigue específicamente", apoyando así una proposición de ley de un grupo político que espera su turno en el Parlamento.
Aunque todas las sociedades presentan comportamientos racistas, el escritor Abdelatif Laabi recordó que Marruecos tiene un deber pendiente de memoria histórica y reconocer que "ha sido un país esclavista, como lo fue Gran Bretaña o Estados Unidos, y reconocerlo sería un mensaje de respeto hacia África y un avance civilizacional".
Por su parte, la marfileña Aminata Pagny lamentó los resultados de la ley aprobada en 2003 para canalizar la emigración en Marruecos, que según ella equiparó al emigrante irregular con el delincuente y favoreció así el racismo y la exclusión social.
Pagny abogó por crear "un marco jurídico adecuado" que sancione las discriminaciones, criticó la frecuente estigmatización del negro en los medios de comunicación y lamentó las prácticas policiales que siguen existiendo como las redadas y desplazamientos masivos "y fuera de la ley" de los grupos de subsaharianos.
La campaña nacional contra el racismo, organizada en el marco del Día mundial contra el racismo, durará tres meses y contará con la organización de conferencias y debates de sensibilización sobre la discriminación racial, así como la publicación de anuncios publicitarios en radios y sitios web que han ofrecido insertarlos de forma gratuita.
Esta campaña coincide con un proceso inédito de regularización de emigrantes, que el gobierno calcula entre 25.000 y 40.000, procedentes de todo el mundo.
Hasta ahora, algo más de 13.000 personas han presentado solicitud para regularizarse.
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