Los enfrentamientos entre la policía y varios centenares de encapuchados durante la manifestación de los “indignados” convirtieron a Roma durante más de cuatro horas en el escenario de una batalla campal.
Los encapuchados incendiaron vehículos y un edificio del ministerio de Defensa, atacaron comercios y bancos y les arrojaron piedras, bengalas y petardos durante la manifestación del movimiento de los indignados, que comenzó pacíficamente y en la que participaron unas 200.000 personas, según los organizadores.
Varios camiones de la policía lanzaron potentes chorros de agua y gases lacrimógenos para dispersar al grupo de violentos, que también incendió un camión blindado de la Policía.
Según uno de los manifestantes, la policía transformó la manifestación “en disturbios”. Podríamos habernos manifestado pacíficamente”, aseguró. Cerca de la plaza, donde la circulación no se vio interrumpida, algunos coches de lujo fueron recibidos con pedradas. Otros zigzagueaban entre las basuras quemadas.
Al comienzo de la marcha, unos desconocidos rompieron las fachadas de dos bancos en la via Cavour con señales de tráfico, y luego se dieron a la fuga. Varios vehículos fueron incendiados, así como un anexo del ministerio de Defensa. Un grupo llevaba un féretro con el nombre del primer ministro, Silvio Berlusconi.
Desde la mañana, se desplegó un fuerte dispositivo policial en el centro de la capital italiana. Los agentes protegieron principalmente los lugares clave del poder, como la presidencia de la República, la sede del Parlamento y la residencia privada del jefe del Gobierno, Silvio Berlusconi.
Centenares de miles de “indignados” participan en jornada mundial de protesta
Centenares de miles de personas se manifestaron este sábado en ciudades de todo el mundo para reclamar un cambio global, inspirados por los “indignados” españoles y el movimiento “Ocuppy Wall Street” de Nueva York.
Vía Internet, personas de 951 ciudades en 82 países hicieron suya la protesta y convocaron a tomar las calles este sábado en la primera jornada mundial de los indignados.
Por horarios, los países de oriente iniciaron las protestas. Arrancaron en Sidney, Hong Kong y Tokio, donde miles de manifestantes reivindicaron sus propias causas. En Tokio, por ejemplo, una centena de personas portaba pancartas contra el accidente nuclear de Fukushima, y en Sidney, donde se calcula participaron más de 2 mil personas, unos 600 australianos incluyeron los derechos de los aborígenes.
En Auckland, Nueva Zelanda, también se congregaron miles de personas. Pero en Taipei, Tokio y Manila las manifestaciones fueron más reducidas y respondieron al llamado de la iniciativa “United for Global Change”, que se ha difundido a través de las redes sociales y de grupos activistas locales.
Según reportes de agencias, también se realizaron actos de protesta en varias ciudades sudafricanas.
Pero las más concurridas hasta el momento tienen lugar en Europa. En Fráncfort, Alemania, más de seis mil manifestantes se concentraron ante la sede del Banco Central europeo (BCE); mientras en Berlín, según los organizadores, unas mil personas acudieron a mostrar su rechazo al poder de los mercados financieros y a la codicia empresarial.
A su vez, en Londres, Inglaterra, cerca de 300 “indignados” se reunieron en la City, centro financiero, en las escalinatas y delante de la catedral de San Pablo, no lejos de la bolsa.
Choques con la policía empezaron a producirse una hora después del inicio de la manifestación, mientras que los inconformes, algunos enmascarados, trataban de dirigirse a la bolsa de Londres.
En Bruselas, corazón de las instituciones europeas, llegaron a manifestarse 5 mil personas, el doble de lo esperado por los organizadores. “Indignados” españoles arribaron hoy tras un recorrido a pie de 80 días. Los manifestantes marcharon frente a la bolsa, la embajada estadounidense y la Comisión Europea.
Hasta ahora, las protestas más violentas han tenido lugar en Roma, donde la policía cargó contra manifestantes violentos, luego de que algunos de estos prendieron fuego en un anexo del ministerio de Defensa, incendiaron dos autos y rompieron las vitrinas de dos bancos
Aunque la mayoría de los participantes en la protesta se manifiestan de manera pacíficica, algunos sujetos enmascarados lanzaban granadas fumígenas, cocteles molotov y botellas contra los policías.
Más de cien escritores, entre ellos Michael Cunninghan y Naomi Klein, publicaron el viernes un manifiesto de apoyo al movimiento y a la jornada de protesta global del sábado para denunciar los excesos del sistema financiero.
Según los organizadores, el 15-O pretende ser “un punto de inflexión” tanto para el “panorama global” como para el movimiento.
“Unidos en una sola voz, haremos saber a los políticos, y a las elites financieras a las que sirven, que ahora somos nosotros, la gente, quienes decidiremos nuestro futuro. No somos mercancía en manos de políticos y banqueros que no nos representan”, señaló el grupo.
Todos los movimientos estamos en contacto. Somos como un río. No queremos liderar sino sumar. Todos tenemos motivos para salir a la calle hoy”, apuntó el texto al recordar que son varias plataformas las que forman el colectivo sin una cabeza visible.
En el continente americano se prevén también diversas movilizaciones. En Canadá se realizarán “ocupaciones” simbólicas de los barrios de negocios de varias ciudades del país.
Una portavoz del movimiento ‘Ocupemos Montreal’ afirmó en Radio Canadá que tres mil personas participarán en una manifestación “pacífica y bilingüe” en la plaza Victoria, de Montreal.
domingo, 16 de octubre de 2011
“Indignados”: batalla campal en Roma, la policía de Berlusconi convierte la marcha en “disturbios”
10:33
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La plaza romana de San Juan de Letrán, punto de llegada de la movilización italiana en contra de los ajustes aplicados por Silvio Berlusconi y los gobiernos de la Europa en crisis, se transformó súbitamente en un campo de batalla. La policía reprimió y los manifestantes respondieron lanzando adoquines, piedras y granadas de humo contra los patrulleros. Fueron registrados unos 70 heridos.
Otro grupo de personas se dirigió hasta un anexo del Ministerio de Defensa, cerca del Coliseo, e incendió su frente, así como también decenas de automóviles.
Las tres principales confederaciones sindicales y los sindicatos de estudiantes se unieron a esta manifestación, inspirada por los “indignados” de Madrid. “Una sola solución, la revolución”, “No somos bienes en manos de banqueros”, rezaban algunas de las pancartas de los manifestantes que iniciaron su desfile. “Hoy es sólo un inicio. Queremos avanzar hacia un movimiento global”, dijo una estudiante que participó de la protesta.
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